El Foro de Diálogo España-Italia profundiza en Jaén en los retos de la construcción de Europa

Los grandes retos de la construcción europea centran el sexto Foro de Diálogo entre España e Italia iniciado ayer en Jaén con la presencia de un centenar de representantes políticos, empresariales y sociales de los dos países. Este encuentro anual entre los dos socios del Mediterráneo profundiza además en temas como las perspectivas financieras de la Unión Europea para los próximos años, las relaciones con Estados Unidos y el terrorismo internacional. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, reclamó "solidaridad" en la gestión de los flujos migratorios, y el presidente andaluz, Manuel Chaves, mayor "pasión europea" para superar la crisis actual.

Tras los encuentros anteriores en Génova, Barcelona, Roma, Valencia y Milán, el Foro de Diálogo España-Italia ha llegado este año a Jaén a iniciativa de la Junta. Así lo destacó ayer el presidente de la institución que promueve la reunión, la Fundación CIDOB (Centro de Investigación, Docencia, Documentación y Divulgación de Relaciones Internacionales y Desarrollo), el ex ministro Narcís Serra.

En la sesión inaugural de los debates, que se celebraron en el Palacio de Villardompardo, sede de los Baños Árabes más antiguos de Europa, intervinieron los ministros de Exteriores de los dos países, Miguel Ángel Moratinos y Gianfranco Fini. Éste destacó que España e Italia son "los dos países que mejor comprenden la necesidad de diálogo con la orilla del sur del Mediterráneo", en especial con los países del norte de África. Además, subrayó que ambos países han utilizado los fondos comunitarios como "palanca de desarrollo social". Fini huyó del pesimismo instalado en Europa tras el no a la Constitución en Francia y Holanda y aseguró que se trata de "una pausa que no llevará a la parálisis".

Sin pesimismo

En parecidos términos se pronunció el titular español de Exteriores. "No hay razón para el pesimismo aunque éste sea un ingrediente casi habitual de la cultura europea", aseguró Moratinos. A su juicio, "la UE no puede ser una suma de intereses nacionales, sino la puesta en común de la soberanía para conseguir resultados que por separado no se conseguirían nunca".

Moratinos dijo que la ampliación europea ha beneficiado por el aumento del intercambio comercial; apostó por "salir en defensa" de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) por la "prosperidad y estabilidad" que han dado a muchas regiones (Andalucía ha recibido en los últimos años 1.740 millones de euros); calificó como "decisión estratégica para Europa" la entrada de Turquía; y apoyó la integración de los países balcánicos.

Ahora bien, Moratinos señaló que la ampliación debe vincularse "al reforzamiento de la cohesión económica y social" y dejar claro que la UE en "un espacio de justicia, libertad y seguridad", especialmente tras los atentados de Madrid y Londres. También reclamó un "enfoque omnicomprensivo" de la UE en el tratamiento de la inmigración ilegal que, según dijo, "debe centrarse en conseguir acuerdos de readmisión y en el reforzamiento de las fronteras españolas".

En la sesión inaugural intervino también el presidente andaluz, Manuel Chaves, que defendió una Europa "con fuerte identidad política, con peso y poder en el escenario internacional y con clara vocación de cohesión económica, social y territorial". Tras advertir de que "la tentación del repliegue nacionalista es la peor de las salidas" a la crisis actual, Chaves añadió que la lectura que hay que sacar de los referendos sobre la Constitución europea es "la imperiosa necesidad de contar con la sociedad civil para construir el proyecto" de la UE.

El presidente andaluz, que apostó por una "pasión europea y menos antinorteamericana", abogó por promover una política de desarrollo regional y crear instrumentos para una eficaz coordinación de todos los entes descentralizados.