Piterman debe pagar 34.500 euros por injurias a cuatro socios del Racing
Han pasado más de dos años desde que Dimitri Piterman abandonó la presidencia del Racing de Santander y su mandato, de cinco meses, sigue trayendo cola. La Audiencia de Cantabria ha condenado al empresario estadounidense de origen ucraniano, máximo accionista ahora del Alavés, al pago de 34.500 euros por las amenazas e insultos vertidos contra los cuatro dirigentes de la opositora Plataforma de Socios del Racing.
El actual mandatario del club vitoriano calificó en su día a esas cuatro personas de "imbéciles", "cobardes", "hijos de puta" o, de forma algo más lírica, de "medusas sin dientes ni cerebro". Luego, trató de defenderse asegurando que su intención no era descalificarlas, sino "defender a la entidad a la que representaba" y siempre dentro de "un contexto deportivo, público y social de evidente crispación y polémica". Sin embargo, la Audiencia entiende "un exceso" las respuestas de Piterman y que se trata de "términos infamatorios".
En la noche del 7 de abril de 2003, Piterman llegó a declarar: "Cara a cara, aún no he visto a ninguno. Cuando tenga la oportunidad de coger a uno de esos cuatro por el cuello, se enteraran". Posteriormente, advirtió de que, si conseguía reunirse con Manuel Higuera, representante de la plataforma, uno iba a acabar "en el hospital" y él mismo "en la cárcel".
Las previsiones de Piterman no se han cumplido, aunque tendrá que rascarse el bolsillo y abonar los 34.500 euros, cifra que quiso rebajar. No obstante, la Audiencia considera que su desembolso para comprar el 24% de las acciones del Racing "es signo de desahogadísima situación económica".
Y es que la largueza económica de Piterman y la de su vocabulario hiriente son similares. Ayer mismo se despachó contra el entrenador del Athletic, José Luis Mendilibar, por el intento de venta de la cantera alavesista al club vizcaíno. En una carta abierta en la página web del equipo blanquiazul, criticó su "ignorancia" y su "falta de trabajo profesional en el campo".
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