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El maíz y la red

El alcalde de Segovia, el socialista Pedro Arahuetes, ha decidido el exilio obligatorio de las palomas que sobrevuelan esta ciudad y que, sobre todo, con sus ácidos y abrasivos excrementos provocan daños irreparables en las piedras milenarias, como las de los sillares del Acueducto, entre otras. Por poco más de 4.000 euros, y después de advertir a la población que no dé comida a estas aves, por muy bucólico y entrañable que pueda resultar, el Consistorio ha contratado a una empresa para que las concentre en varias zonas del recinto histórico, a partir de este mes de septiembre, donde recibirán su ración diaria de granos de maíz; y, cuando más confiadas estén, se les capturará con una red, para que luego recuperen el vuelo a campo abierto, pero lejos de los monumentos.

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