Ramos y la "incógnita" Woodgate
Los técnicos del Madrid dicen que ficharon al sevillano porque dudan de la curación total del inglés
El fichaje de Sergio Ramos por el Real Madrid supone la constatación de un cambio profundo en la política deportiva del club. En el inicio de su mandato, Florentino Pérez se manifestó partidario de no fichar centrales. Dejó caer que éstos se hallaban en la cantera. Cinco años más tarde, el presidente se afana en fichar centrales. El miércoles rompió la banca del mercado al pagar 27 millones de euros al Sevilla por Sergio Ramos. La cifra es la más alta que se ha pagado este verano por un jugador de la Liga. Con esa suma el Madrid contrata a su primer futbolista español en seis años -el último fue Munitis- y a su tercer central desde junio de 2004.
El fichaje de Ramos pone en entredicho a Pavón y Mejía, los dos mejores centrales que ha producido la cantera madridista en el último lustro. Ayer, Mejía reconoció su abatimiento: "Estoy anímicamente mal; vengo de una temporada en blanco porque el club se negó a cederme al Racing en 2004 y el miércoles me volvieron a impedir ir cedido. No lo entiendo porque para mí, ahora, será prácticamente imposible jugar".
Sacchi dio ayer explicaciones a Helguera, Pavón y Mejía, éste muy contrariado y enojado
En junio y agosto del año pasado, Florentino Pérez incorporó a los dos primeros centrales de su ciclo: Samuel y Woodgate. Hoy ninguno de los dos está disponible. Samuel porque fue traspasado al Inter; Woodgate porque permaneció lesionado un año y todavía no está en situación de competir al más alto nivel. Esto último es algo que Florentino Pérez se resiste a aceptar con facilidad. Para fichar a Sergio Ramos, los técnicos, con el director de fútbol Arrigo Sacchi a la cabeza, han debido redoblar sus dotes de persuasión. Lo dijo Sacchi ayer en una conferencia de prensa: "El presidente no quería arriesgar con una inversión tan fuerte en defensa, pero no podíamos quedarnos con pocos jugadores en la zaga".
El año pasado, el Madrid tenía cuatro centrales en plantilla. Esta temporada cuenta con cinco: Helguera, Pavón, Mejía, Sergio Ramos y Woodgate. Pero el inglés sigue siendo un enigma. Según Sacchi y su superior en la Dirección de Fútbol, Emilio Butragueño, eliminar este riesgo justifica el pago de los 27 millones por Ramos. Eso explicó Sacchi a Helguera y Pavón durante una charla mantenida ayer. Sacchi les informó de que Ramos era necesario porque Woodgate era una "incógnita".
Hace un mes, durante la pretemporada en los Alpes austriacos, el propio Sacchi había reunido a Woodgate, Helguera, Mejía y Pavón para informarles de que ellos -y sólo ellos- serían los zagueros que afrontarían la temporada. La incorporación de Ramos dejó a Sacchi al descubierto. Ayer sintió la necesidad de volverse a explicar con los centrales titulares en Cádiz. Les dijo que seguían siendo imprescindibles, que Ramos no suponía una amenaza para ellos, que era preciso contar con muchos defensas. Entre otras cosas, porque no se sabía con certeza cómo respondería Woodgate en la alta competición.
La mayor exigencia que ha soportado el inglés tras su recuperación han sido los 80 minutos de juego que disputó durante un partido amistoso contra el Leganés.
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