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Bruselas 'absuelve' al Banco de Italia en la batalla por la BNL

Kroes no encuentra pruebas de que Fazio actuara con favoritismo

La Comisión Europea ha dado por cerrada su investigación sobre la polémica intervención del gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, en los frustrados intentos del BBVA y del holandés ABN Amro de entrar en el mercado italiano sin haber encontrado nada irregular. No obstante, la comisaria de la Competencia, Nellie Kroes, afirmó ayer que seguirá pendiente de las pesquisas que realizan en Italia.

La banca italiana es una de las más caras y deficientes de Europa, escudada en un sistema de protección que hasta ahora ha evitado toda irrupción de aires nuevos. Este año, el BBVA y ABN Amro intentaron cada uno por su lado un asalto a la fortaleza. Ambos fracasaron en sus intentos tras la cuestionada intervención de Fazio, que atacó los nervios de la Comisión y de los pretendientes.

Su papel poco claro en defensa de la Banca Nazionale del Lavoro ante el banco español y de la Banca Antonveneta ante el holandés quedó de relieve en la llamada a medianoche que Fazio hizo a su amigo Gianpiero Fiorani, director gerente de Antoveneta, para anunciarle la buena nueva del desbaratamiento del ataque de ABN Amro. Fiorani reaccionó con la efusividad esperable.

La filtración de esta llamada fue la gota que colmó el vaso y estuvo seguida de innúmeras peticiones de dimisión a Fazio, dentro y fuera de Italia. Fazio, de 68 años, las rechazó todas e insistió en que nada le apartaría de un cargo que es vitalicio. El pasado viernes, Fazio declaró durante casi tres horas ante la comisión investigadora que en Roma estudia su actuación. "El Banco de Italia siguió escrupulosamente las regulaciones tanto de la Unión Europea como de Italia", fue su línea de defensa.

La Comisión parece ahora compartir ese criterio. Las continuas y cada vez nuevas trabas que sufrieron españoles, pese al visto bueno otorgado por Bruselas, y holandeses llevaron a la Comisión a pedir explicaciones a Fazio. El italiano respondió con frialdad que la autorización para adquirir un banco es competencia exclusiva nacional y que él no hacía sino aplicar el principio de cautela, que, entre otras posibilidades, contempla el rechazo de una OPA por considerar que el aspirante no tiene la debida solvencia. Bruselas se impacientó, pero para cuando planteó su ultimátum el BBVA ya se había rendido y abandonado su planes.

"No hemos descubierto que haya habido discriminación, ni llegado a la conclusión de que las medidas del Banco de Italia no estuviesen fundamentadas en el principio de la cautela", señaló ayer Jonathan Todd, portavoz de la comisaria de Competencia, Nellie Kroes. Con esta decisión, Kroes ha pasado a segundo plano, pero su compañero Charlie McCreevy, responsable de Mercado Interior y firme promotor de la competencia y de la apertura del sector bancario europeo, sigue investigando la opacidad y anquilosamiento de la banca transalpina. Además, en Italia continúa abierta la investigación sobre la conducta de Fazio, por lo que Kroes se mantiene a la expectativa.

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