"Aún queda costa para construir"

Este es el octavo año del socialista Agustín Moreno al frente de la alcaldía de Mijas (Málaga). Defiende la diversidad que ha traído el turismo a este "pequeño" pueblo de 153.000 habitantes como media anual. La masificación de la población -que se triplicará en diez años según las previsiones oficiales-, y el intenso desarrollo urbanístico amenazan su principal industria: el turismo. Este es el diagnóstico que presenta el Plan de Recalificación Turística de la Costa del Sol. Moreno no está de acuerdo con las previsiones.

Pregunta. ¿Cómo valora los informes que auguran el triple de población en la zona para 2015?

Respuesta. Exageran. Evidentemente, al ritmo que vamos, la población aumentará mucho pero no creo que se llegue a los niveles que se mencionaron cuando se presentó el avance del plan subregional [de la Costa del Sol occidental]. Yo diría que, como mucho, la población se duplicará.

P. ¿Cuál es el principal valor turístico de Mijas?

R. Mijas tiene una situación central en la Costa del Sol. Como típico pueblo blanco bien conservado, constituye un reclamo turístico de primera magnitud. Tenemos 12 kilómetros de playas y una oferta de golf importante. La ventaja que tiene Mijas es la diversidad de su propuesta. Además, hemos sabido mantenernos como un municipio que conserva su medio ambiente.

P. ¿Cree que la costa está saturada, como dicen algunos informes?

R. Yo creo que no. Hay zonas que están saturadas, se ha hecho un desarrollo quizás mal planificado, pero creo que la costa todavía tiene futuro por delante. La Costa del Sol va a seguir siendo un destino importante en Europa, no sólo turístico, sino también residencial. Es irresponsable pensar que se puede parar esto. La responsabilidad está en organizar, en saber hasta donde podemos llegar. Todavía queda márgen, pero debemos sentarnos, planificar, organizar. Estamos muy lejos de poder decir que la costa ha llegado a su fin.

P. ¿Cree que el modelo turístico de sol y playa está agotado?

R. Ni mucho menos. Quien diga eso se equivoca. En Andalucía y la Costa del Sol hay que volver a mirar al sol y playa porque es el mayor reclamo y la base de nuestro turismo. Es verdad que los visitantes piden también otras cosas, pero no debemos olvidarnos, como creo que se ha hecho en alguna ocasión, de nuestra máxima bandera. Hay que conservar este modelo, pero añadiéndole una oferta de ocio y cultura que lo complemente.

P. ¿No resulta arriesgado que el turismo sea la única fuente de riqueza del municipio?

R. Por la ubicación que tiene Mijas, su futuro es, sin duda, turístico. Pero hemos apostado también por el turismo residencial, que es lo que hace sostenible nuestro modelo. Sin olvidar el apoyo a una mayor diversificación industrial, creo que hay que mantener la oferta turística, pero eso sí, de forma sostenible para que sigamos siendo un destino de calidad y estable en el futuro y en el mercado internacional.

P. ¿Qué medidas han tomado para garantizar esta sostenibilidad?

R. Estamos en plena revisión del Plan General de Ordenación Urbana, con el objetivo fundamental de mantener un crecimiento racional y desarrollar infraestructuras que hasta ahora no se habían abordado y que son necesarias. Reflexionando, es verdad que se han cometido errores en toda la Costa del Sol, incluyendo Mijas. Pero creemos que estamos a tiempo de corregirlos.

P. ¿A qué errores se refiere?

R. Me refiero, fundamentalmente, a que se ha ido creciendo por delante de lo que han crecido las distintas infraestructuras. Por ejemplo, las comunicaciones, las infraestructuras de abastecimiento de agua, las de saneamiento, e incluso, las de suministro eléctrico. En otros municipios lo tienen más difícil, pero en Mijas estamos en condiciones de mejorar esta situación.

P. ¿Cómo?

R. La solución está en manos de todos, incluso de los promotores privados, que tienen una parte importante de responsabilidad. Ellos están para ganar dinero, sin duda, pero yo creo que una manera de ayudarles desde las administraciones para que sigan ganando dinero en el futuro es exigirles lo mismo que nos exigen ellos, que colaboremos para que el producto siga siendo de calidad y, por lo tanto, sostenible. Esa sostenibilidad tenemos que pagarla y asumirla entre todos y ahí incluyo al Gobierno central, a la Junta de Andalucía, al Ayuntamiento y a los propios empresarios, porque ellos son los primeros interesados.