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Una organización católica pide a Benedicto XVI que elimine la ley del celibato

Convencidos de la derogación de la ley del celibato si se convocase a concilio en Roma a todos los obispos del mundo (unos 3.650), numerosas organizaciones católicas siguen su campaña en favor de esa convocatoria. Cuentan con el apoyo de muchos prelados, pero suponen que los tiempos no son precisamente propicios. El cardenal Carlo Maria Martini lo pidió en el último sínodo de los obispos europeos, y fue respondido ásperamente por el Vaticano. Jesuita, ex rector de la Universidad Pontificia Gregoriana y ya jubilado como arzobispo de Milán, Martini fue el candidato de los cardenales aperturistas en el último cónclave y en 1994 se mostró favorable a que la Iglesia latina elimine el celibato obligatorio, siguiendo el ejemplo de las iglesias orientales..

La ordenación como sacerdote católico del anglicano Evans David Gliwitki, casado y padre de dos hijas, resucita ahora ese debate, con gran atención de las asociaciones que promueven la reforma. Una de ellas, Proconcil, coordinadora de Iniciativa Hacia un Nuevo Concilio, reclamó ayer a Roma que avance en esa dirección, "generalizando lo que de momento no es más que una llamativa excepción a una regla intransigente cerrada". "Nos hacemos eco de algunas críticas que han surgido en relación a este acontecimiento, resaltando la excepcionalidad, hecha desde arriba y con escasa transparencia del proceso seguido; la falta de diálogo previo y posterior con las comunidades y asociaciones que plantean la revisión de la ley del celibato; y la negación rotunda a la revisión de una norma que afecta a tantos sacerdotes y a la comunidad cristiana en su conjunto", dice Proconcil en un comunicado firmado por sus dirigentes Emilia Robles y Javier Malagón.

¿Cuestión inadmisible?

Añade Proconcil: "Desde el primer momento tanto el obispo de Tenerife como el propio sacerdote ordenado afirman que se trata de una excepción hecha directamente desde Roma, y que no significa ninguna intención de revisar la norma celibataria.Una vez que se acepta que puede haber excepciones y que, por lo tanto, no es una cuestión inadmisible por completo, llama la atención esta contundencia, a pesar de que un tercio de los sacerdotes en todo el mundo y una cuarta parte en España, han tenido que abandonar el ministerio presbiteral por haber decidido casarse; y muchos de los que permanecen mantienen una doble vida en el terreno de las relaciones de pareja, por no ser el celibato su opción vital más profunda".

Proconcil subraya la escasez de curas y lamenta "que no se haya dialogado con las asociaciones de sacerdotes católicos casados, escuchando los distintos argumentos sobre la conveniencia de revisar la disciplina del celibato, que podrían enriquecer un proceso de cambios". "Agradecemos, no obstante, a Benedicto XVI su apoyo a la ordenación de Evans D. Gliwitzki y le pedimos que continúe profundizando en estos cambios, en diálogo con el conjunto de la Iglesia", concluye el comunicado.

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