_
_
_
_
_
Reportaje:MOTOCICLISMO | Gran Premio de la República Checa

Un error humano

El equipo de Sete cometió un fallo al calcular la carga de fuel de la Honda

Oriol Puigdemont

La introducción de la electrónica en las motos de MotoGP se utiliza, entre muchas otras cosas, para hacer más dóciles los 250 caballos que atesoran estas bestias de dos ruedas en sus entrañas. Las centralitas pueden utilizarse en los controles de tracción o incluso, como trató de hacer Ducati a principio de temporada, en el embrague. Pero tal como le ocurrió ayer a Sete Gibernau en la última vuelta del Gran Premio de la República Checa, estos sistemas pueden volverse en contra de los pilotos, la mayoría de ellos reacios a estos sistemas de control que les restan feeling, el término que utilizan los pilotos para referirse al tacto con la moto. La capacidad del tanque de combustible de una MotoGp está limitada a 22 litros desde que la pasara temporada se redujera en 2 por cuestiones medioambientales. Gracias a los entrenamientos, los mecánicos saben la distancia exacta que deberá recorrer la moto el domingo en la carrera. La Honda de Gibernau debía realizar ayer unas 26 vueltas entre la de salida, la de formación, la carrera y la de regreso al taller. Teniendo en cuenta todos estos parámetros, los mecánicos de cada equipo elaboran un mapping (mapa) para la carrera a fin de tratar de conseguir el mayor compromiso entre el consumo de la moto, la potencia y la distancia que recorrer. En función de la distancia que se debe recorrer (por ejemplo, 22 vueltas ayer) y los litros de combustible que las motos tienen en su vientre (22), una centralita electrónica dosifica la cantidad de gasolina que debe entrar por los inyectores.

Más información
Gibernau se queda sin gasolina

"Además, todas las MotoGP gozan de un programa informático de seguridad que calcula, en todo momento, el combustible que le queda a la moto en su interior", afirma Ramón Forcada, jefe de mecánicos del brasileño Alex Barros y con más de 20 años de experiencia en el Mundial de la especialidad. Si en algún momento de la carrera, el programa informático detecta que el nivel de consumo es superior al que precisa la moto para concluir las vueltas que restan, este programa modifica el encendido para, de esta forma, reducir el consumo de la moto sin que prácticamente se vea afectado su rendimiento.

"La velocidad máxima alcanzada la temporada pasada por la Honda de Alex en este circuito fue de 311 kilómetros por hora. Este año, debido a la reducción de la capacidad en el depósito de combustible, su punta de velocidad se ha reducido hasta 303 kilómetros", aclara Forcada. Que Sete Gibernau se quedara sin fuel a falta de una vuelta para que ondeara la bandera de cuadros en el

Automotodrom de Brno se debe, aunque el piloto catalán no lo reconoció, a un error humano, ya sea en la carga del combustible o bien a un fallo al programar el sistema de seguridad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_