¿Existe Euskaltel?

En marzo, decidimos en casa cambiarnos de Telefónica a Euskaltel ¿No somos vascos? Pues claro. Existía entonces un paquete por el que contratabas la telefonía fija, el acceso a Internet y televisión digital. Perfecto. Internet no ha funcionado correctamente nunca, a pesar de las múltiples ventajas que nos ofrecían respecto de la otra compañía, y sigue sin funcionar. La televisión no entra dentro de nuestros usos cotidianos por lo que creemos que está bien, pero sin más. La telefonía fija... Pedimos la portabilidad del número que teníamos y se nos dijo que, previo pago de una cantidad por supuesto que se podía hacer, lo que no nos dijeron cuando realizamos el contrato. Nos dejaron tres días sin teléfono y sin explicaciones.

El pasado 2 de agosto, a la vuelta de vacaciones, recibimos una carta reclamándonos el pago de una factura que les había sido devuelta por la BBK. Sorpresa. Llamamos al número de atención al cliente y ahí viene el título de la carta.

Por las razones que fuesen, el número de cuenta que tienen en el departamento financiero es distinto del que reza en el contrato, por cierto, único número de cuenta que poseo. Nadie me da explicaciones, no existe responsable, hablo con no sé cuantas personas, pero sólo sirve para que el pagano de siempre, el ciudadano de a pie, se acerque a una ventanilla de su banco y, como un moroso, haga frente a la deuda que no ha creado.

Recuerda a otra época donde los funcionarios eran algo menos que dioses, aunque entonces por lo menos podías verles la cara; ahora, sólo la voz aflautada y mecánica de una señorita que te va pidiendo que aprietes números en función de cual es tu reclamación. Lo he intentado todo, incluso el correo electrónico, pero nadie me ha llamado para ver que es lo que pasa. Incluso lo intenté con la persona que tiene su firma al lado de la de mi mujer en el contrato. O les importamos un bledo, porque Euskaltel es sólo un equipo de ciclismo, y quizás esos sean los únicos profesionales.