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Crítica:DORMIR
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Atmósfera campestre y exquisita

MAYOLET, hotel rural entre viñedos en el interior de Mallorca

Bajo la denominación de Rotana, la finca aparece ya citada en una crónica de 1242, fecha que provoca vértigo por su antigüedad. Doscientas hectáreas de viñedo, cereal y huerta con 600 ovejas en el valle de S'Avall, cerca de Manacor, a nombre de la princesa Loretta Zu Sayn-Wittgenstein y su esposo, Juan Ramón Theler, ambos propietarios de la lujosa Reserva Rotana, en cuyos lindes se inscribe la citada heredad de Mayolet, adquirida hace tres décadas al marqués de apellido no menos rimbombante Mir i Muntaner, también de Villalonga. Con semejante pedigrí parece mentira que la casa de pastoreo haya sido convertida en hotel rural sin merma de su carácter rústico, ni de su elemental simplicidad. Tanto en el acondicionamiento arquitectónico como en su decoración interior rige el canon de las proporciones justas, el equilibrio cromático, la utilidad hospitalaria y una atmósfera cordial, campechana pero exquisita.

MAYOLET

Categoría oficial: agroturismo. Dirección: Camino de S'Avall, kilómetro 3. 07500 Manacor (Mallorca). Teléfono 971 84 56 85. Fax 971 55 52 58. Internet: www.mayolet.com. Instalaciones: jardín, piscina, tenis, golf propio en la Reserva Rotana (de la misma propiedad), salón con chimenea, comedor, restaurante al aire libre. Habitaciones: 7 dobles con baño, calefacción, TV satélite, secador de pelo. Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados, no admite animales domésticos. Precios: todo el año, 110 euros + 7% IVA; desayuno incluido. Tarjetas de crédito: American Express, Eurocard, MasterCard, Visa.

Arquitectura ... 6

Decoración ... 7

Estado de conservación ... 7

Confortabilidad habitaciones ... 7

Aseos ... 7

Ambiente ... 6

Desayuno ... 7

Atención ... 9

Tranquilidad ... 10

Instalaciones ... 5

Únicamente siete dormitorios caben entre sus someras paredes, de un tamaño muy razonable y un acondicionamiento casi completo. Algunos, con terraza propia. Falta, por norma, el teléfono. Pero éste no es lugar para gastar el tiempo en conversaciones telefónicas. Y, además, están los móviles particulares... La gracia reside en el mobiliario rústico, las antigüedades decorativas y las pinturas que cuelgan de las paredes, a caballo entre lo naif y la abstracción. Las vistas añaden un crucigrama de viñedos. A un costado de la casa medran hileras de shiraz. En la trasera, 700 cepas de Merlot y Cabernet-Sauvignon.

Una piscina solitaria invita al chapuzón veraniego, mientras cabe hacer boca hasta la hora del almuerzo subido a una bicicleta de montaña (hacen furor en Mallorca). Quien prefiera jugar al golf tiene a su disposición un campo de nueve hoyos compartido con el hotel Reserva Rotana, por un suplemento de 40 euros diarios por persona. Bajo ningún concepto habría que prescindir de cenar en el pequeño comedor que da a los viñedos. Cocina de la tierra hecha con amor de madre. Igual que los desayunos, a la carta y recién elaborados.

Como dependencia agroturística que es de la Reserva Rotana, la cuenta de Mayolet se salda en la recepción de aquélla, lo que obliga a un incómodo desplazamiento a través de los campos. Qué se le va a hacer... El camino alivia ese estipendio con el silencio y el trino de los pájaros desde el amanecer.

Piscina y fachada del rústico hotel Mayolet, cerca de Manacor, en Mallorca.
Piscina y fachada del rústico hotel Mayolet, cerca de Manacor, en Mallorca.FERNANDO GALLARDO

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ALREDEDORES

APARTE DE LAS compras (marroquinería, perlas, cristal tallado), en Manacor se debe emplear el día en visitar el museo arqueológico, las torres de Palau, Ses Puntes (convertida en un centro cultural) y dels Enagistes (actual museo de Historia), la iglesia de Nostra Senyora dels Dolors y, como colofón, el claustro de San Vicente Ferrer. A tres kilómetros, por la carretera a Sant Llorenç, se encuentra la basílica paleocristiana de Son Peretó (visitas concertadas en el 971 84 72 41). Hacia la costa es inexcusable una incursión a las cuevas del Drach y dels Hams (conciertos de música clásica a diario en la primera). Porto Cristo conserva su sabor pesquero y ofrece buenas terrazas para comer al aire libre (mercado los miércoles y domingos por la mañana). En el entorno, los amantes del golf encuentran cinco campos de 18 hoyos. Información oficial: www.visitmanacor.com.

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