Fraga apela a su "vida y corazón" para suplicar al PP gallego que se mantenga unido

El presidente del PP, Mariano Rajoy, y el ex jefe del Gobierno gallego Manuel Fraga se entrevistaron ayer para estudiar los criterios que regirán el proceso de sucesión en el liderazgo del partido en Galicia. En unas escuetísimas declaraciones, Fraga aseguró que ambos están "plenamente de acuerdo", pero respondió con un no lapidario a la pregunta de si se había decidido la fecha para el congreso en el que se elegirá su sucesor. La noche anterior, en una cena con militantes del PP, Fraga había hecho un dramático llamamiento para que el partido se mantenga unido. "Os lo pido y os lo suplico en este momento importantísimo para mi vida y para mi corazón", dijo.

Ante un Fraga áspero y malhumorado por la insistencia de los periodistas, Rajoy no hizo la menor declaración, aunque luego transmitió por sus servicios de prensa que estaba satisfecho con los términos de la reunión. Fraga contestó, además, con una frase un tanto críptica a la pregunta de si el futuro líder del partido se elegirá en un congreso extraordinario: "Será ordinario en el buen sentido de la palabra".

Dirigentes del PP gallego próximos a Rajoy insistieron ayer en que el congreso se celebrará entre mediados de diciembre y principios de febrero. Será, aseguraron las fuentes consultadas, una asamblea abierta en la que se prevé que compitan al menos dos candidatos. El congreso tiene que convocarse con dos meses de antelación, y la fecha se debatirá en próximas reuniones de las juntas directivas regional y nacional. Otras fuentes de la dirección nacional del PP dijeron que Rajoy y Fraga seguirán hablando al respecto en las próximas semanas.

Rajoy y el sector que le es afín en Galicia entienden que el relevo del ex presidente de la Xunta no debe aplazarse, ya que el partido necesita consolidar cuanto antes una alternativa al nuevo Gobierno entre socialistas y nacionalistas. Tras las elecciones autonómicas del pasado 19 de junio, Fraga sostuvo en un primer momento que se mantendría los cuatro años de legislatura como jefe de la oposición. Luego aceptó la sugerencia de convocar un congreso extraordinario, aunque ha insistido en que seguirá como portavoz del grupo popular en el Parlamento gallego, en el que le escoltan como portavoces adjuntos dos de los candidatos a la sucesión, sus antiguos vicepresidentes Alberto Núñez Feijoo y Xosé Manuel Barreiro. Frente a los apremios de la dirección nacional, el sector enfrentado a Rajoy, en el que podría emerger como candidato el antiguo secretario regional Xosé Cuiña, no ha hecho ningún intento de acelerar el proceso sucesorio.

La entrevista de ayer, que en el entorno de Rajoy se daba por hecha desde días atrás, no fue confirmada por los servicios de prensa de Fraga hasta media mañana. El ex presidente de la Xunta recibió al líder nacional del partido en su chalet de Perbes (A Coruña), y minutos después se fueron a almorzar a un restaurante cercano. Salieron dos horas después, y Fraga se limitó a dos lacónicas frases mientras él y Rajoy se abrían paso entre la jungla de cámaras y micrófonos.

El ex presidente de la Xunta fue homenajeado la noche del jueves por 400 personas que se reunieron a cenar con él en el municipio donde pasa todos sus veranos desde hace décadas. Ante el proceso que se avecina en el PP gallego, Fraga imploró en presencia de dirigentes y militantes de su partido: "Solamente de la unidad y del entendimiento salen los éxitos. Galicia puede soñar con andar muchos más pasos si nos mantenemos unidos, cosa que os pido y os suplico en este momento importantísimo para mi vida y para mi corazón".

El llamamiento de Fraga contrastó con las palabras del secretario general del PP, Ángel Acebes, quien ayer en Almería presumió de que la organización del partido en Galicia está "unida y cohesionada". Acebes prometió que la sucesión de Fraga se abordará "pensando en los intereses generales del partido y de los ciudadanos", de acuerdo con las normas que establecen los estatutos del PP y "desde su unidad y su fortaleza".