Fuego y sinrazón
No hay derecho. Ahora se prohíbe a los agricultores durante al menos tres meses hacer cualquier quema del tipo que sea, da igual que este cerca de la montaña que a 10 kilómetros. La prohibición es tajante. Ha contribuido a esta negociación el trágico suceso de Guadalajara. Uno se para a pensar ante tan injusta normativa en el hermanamiento que ha habido entre el campesino y la montaña desde siempre, que cuando un trozo de montaña se ha quemado, tiempo le ha faltado a éste para correr en su auxilio, y su sabia experiencia y su conocimiento del medio, han valido más que un buen montón de avionetas; también piensas que no hace tanto las restricciones eran inexistentes y no por eso ardían más nuestros montes, cuando los cortafuegos eran limpiados sistemáticamente, cuando no había la fiebre constructora, el afán posesivo que hay ahora por edificar en cualquier sitio por encima de leyes y pasándose el respeto al entrono por el forro.
Ahora van y les prohíben hacer cualquier hoguera a los labradores, aunque sea para quemar ramas afectadas por plagas que dejándose en medio del campo van a contaminar árboles sanos y a propagar la enfermedad con más rapidez. Parece que son ellos los principales culpables del exterminio de los bosques... Lo que hay que ver, y oír, y permanecer sereno ante semejante arbitrariedad.
También piensas que antes de existir consejerías y ministerios de medio ambiente nuestro entorno permanecía mucho más limpio y respetado por todos que no ahora, en que ganas te dan de incumplir una por una todas las normativas en materia medio ambiental, aunque seas desde siempre, en estas cuestiones, modelo de moderación y ejemplo a seguir por estos protectores de despacho, por estos aprendices burócratas, que poco o nada saben del entorno rural, ya que lo más verde que han visto es un campo de fútbol, ellos tan solo se preocupan por chupar cámara y decir majaderías.
¡Qué país este... qué país!.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.