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El PSPV rechaza el pacto urbanístico de Camps por su política depredadora

El secretario de Medio Ambiente del PSPV-PSOE , Francesc Signes, calificó ayer de "inviable" un acuerdo global con el Gobierno valenciano sobre política urbanística, tal y como propuso el pasado martes el presidente de la Generalitat, Francisco Camps. El responsable socialista aseguró que su partido "no será cómplice de la política urbanística depredadora del PP". En consecuencia, Signes declaró que no ve posible que el PP y el PSPV lleguen en esta materia "a acuerdos globales del estilo del pacto del Estatuto o del pacto de residuos".

Señaló que su partido no puede pactar "con un gobierno totalmente rendido a los intereses inmobiliarios y especuladores y que, además, consiente actuaciones como las del alcalde de Torrevieja o ni siquiera se inmuta cuando Fabra pasa sus vacaciones en un yate de un gran constructor de Castellón". "El único pacto posible es aquel que respete escrupulosamente los acuerdos tomados por la mesa del agua que han constituido los agricultores y regantes valencianos que, al fin y al cabo, son los grandes perjudicados y sacrificados por la política depredadora del PP", añadió.

Los socialistas valencianos, explicó, no pueden pactar con un Gobierno que tiene un consejero de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, "que dio un año de plazo para que los promotores se dieran prisa en presentar sus proyectos de urbanizaciones y campos de golf". "Y el resultado ha sido la creación de un centenar de estos campos y de un millón de viviendas adosadas en sus alrededores", agregó. Por su oparte, Blasco anunció ayer que hoy explicaría las iniciativas legislativas en materia urbanística y daría información sobre el "posible gran acuerdo" al respecto.

Consecuencias

Sobre la propuesta de pacto de Camps, formulada cuando arrecian las protestas ciudadanas y en vísperas de la discusión parlamentaria del proyecto de Ley Urbanística Valenciana (LUV) también se pronunció la coordinadora de EU, Glòria Marcos. Afirmó que un acuerdo sobre urbanismo entre PP y el PSPV-PSOE implicaría que los socialistas "renuncian explícitamente a cualquier pacto de futuro con la izquierda política". Marcos incidió en que aceptar un pacto "cuando encima la mesa hay un proyecto de ley de Urbanismo insostenible y una ley del Golf inasumible representa traicionar todos los movimientos sociales" y sostuvo que la solución a la destrucción del territorio "pasa por una moratoria urbanística en todo el territorio". Agregó que cualquier "titubeo" del PSPV en esta materia "se entenderá como una debilidad", por lo que reclamó al secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, que sea él mismo el que "niegue esta posibilidad".

El secretario general del Bloc, Enric Morera, expresó, por su parte, su "profunda indignación" ante el ofrecimiento de Camps y advirtió a ambas formaciones de que no admitirá "pactos secretos" en esta materia, que pondrían en peligro "decenas de gobiernos municipales progresistas". Morera cree que el anuncio pone de manifiesto que Camps y Blasco "se han dado cuenta de la profunda crispación social que provoca su modelo" y, por este motivo, insta al Consell a "reorientar su modelo urbanístico".

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