Cuela secuelas
La noticia: "Star Wars episodio III: La venganza de los Sith, cierra la saga creada por George Lucas".
La fecha: miércoles, 1 de junio de 2005.
Estoy muy contento porque ya estamos en junio. Y eso significa que... ¡se acabó el mayo galáctico!
¿No estamos todos un poco hartos de La guerra de las galaxias? Hemos comido George Lucas por la tele, en los periódicos, en las latas, en las bolsas de patatas, en la Fórmula 1, en el reverso de las entradas, en el papel de los salvaslips... Qué cansinos. Un día hasta me vino mi madre, con el Ventolín en la boca, haciendo de Darth Vader: "Te he hecho bisté. Y que las patatas te acompañen".
Luego vas a ver la película, ¿y qué te encuentras? A unos tíos que se lo toman en serio. Ves a Liam Neeson hablando con un peluche:
Yo estoy en contra de estas sagas con tantos episodios. Por favor, que hagan 'pelis' que empiecen y acaben
"No, es que es un Jedi". ¡Liam, desengáñate, es un peluche que se parece a Pujol! A los catalanes nos ha costado esto, ¿eh?
Y tanta historia (¡seis entregas!) para llegar a la conclusión: que un tío se alucina con el poder y traiciona a los amigos. Eso se cuenta rápido, ¿eh?, George... Pero si esto lo vemos cada día en la directiva del Barça: Anakin Laporta luchando contra Chewbacca Rosell. Si tuvimos el mayo galáctico, estos harán el junio estrellado.
Yo estoy en contra de estas sagas con tantos episodios. Si ya es difícil encontrar una tarde libre para ir al cine, ¡busca tiempo para una saga! Que van y duran 30 años. Por favor, que hagan pelis normales, que empiecen y acaben. Que cuando vuelvas a casa te reconozca tu familia.
Además, no piensan en la gente que se queda a medias. Si una persona con 70 años vio estrenarse La guerra de las galaxias, no habrá llegado vivo al final de la saga seguro. Y si ha llegado, se debe haber comido las palomitas vía intravenosa.
Encima se ha puesto de moda hacer pelis en partes: El señor de los anillos, Harry Potter, Matrix... Ahora, por ejemplo, van a estrenar el inicio de la saga de Batman. O sea, el episodio en que Batman y Robin descubren que son gays. Mira, si vienen a España, los podríamos casar. La ceremonia la celebraría María Teresa Fernández de la Vega, con aquella alegría suya: "Batman, ¿quieres a Robin por esposo y prometes tener la batcueva como una patena?".
Incluso quieren hacer nuevas secuelas de Rambo y Rocky. Les llaman secuelas, porque si cuela, cuela. Además, si tanto les gustan los episodios, ¿por qué, en vez de una saga, no hacen una serie de televisión? En lugar de Rambo, se podría llamar Los Rámbez: "Coronel Truman voy a llegar tarde a cenar. Es que no me siento las piernas. ¡Ja, ja, ja!".
Y, claro, con esto de las secuelas, la gente se va acostumbrando. El otro día estaba con una chica y cuando estábamos en medio del fregao, se levanta y se va. "Oye que me has dejado a medias". Y la tía: "Tranquilo, la segunda parte está prevista que se estrene en 2007". Sí, sí, pues tendré que pasar el tiempo haciéndome cortos... cortometrajes, vamos.
En el cine español no abundan las secuelas y se centran bastante en las pelis de quinquis: Perros callejeros, Perros callejeros II y Perras callejeras; El pico y El pico II, El Lute y El Lute II...
Ahora se está preparando una peli sobre la vida de Julián Muñoz: se titularán El Juli y El Juli II, camina o estafa.
Ya lo dice el dicho: nunca segundas partes fueron buenas. Y si el original fue malo, la secuela no te digo. ¿Un ejemplo? La saga Bush. Bush padre no fue nada del otro mundo, pero mejor que la secuela Bush hijo. Eso sí, las secuelas de la secuela nos han jodido a todos.
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