El primer gran reto de Quique

El pasado 30 de mayo, Quique Sánchez Flores, de 40 años, era el hombre más feliz del mundo. El presidente del Valencia, Juan Soler, le había elegido como nuevo entrenador para los dos próximos cursos. Es decir, se ponía al frente del equipo de sus sueños. Hasta ahí, todo perfecto. Pero entonces empezaron los traspasos indeseados -Sissoko fue vendido al Liverpool-, los fichajes frustrados -Sagnol, el lateral que no llegó del Bayern-, los fiascos en los partidos -derrotas ante el Olympiakos, el Udinese y el Hamburgo- y una grave e inesperada lesión -Edu, seis meses de baja por la rotura de ligamentos en su rodilla izquierda y que será operado en Brasil-. Y Quique supo que su trabajo iba a ser realmente duro. Sobre todo, porque el primer examen será a las primeras de cambio, sin apenas tiempo para el rodaje. Ante un Hamburgo lanzado, líder de la Liga alemana, con dos victorias en sendas jornadas y con ventaja (1-0) tras la ida de una de las finales de la Copa Intertoto, las que dan acceso a la de la UEFA. El técnico Thomas Doll, ex jugador del Roma, ha reactivado al cuadro germano, que era el último cuando lo cogió a mediados de la temporada pasada.

La gran baza es Vicente, en un estado de forma espectacular, según el segundo entrenador

Aún no ha comenzado la Liga y el Valencia se enfrenta ya a un partido del año. Se trata de parar esa ola de negatividad que viene de la campaña anterior. Un pesimismo creciente en el equipo y en su entorno que sólo un triunfo sobre el Hamburgo puede detener. La gran esperanza se llama Vicente, el extremo zurdo internacional, en un "extraordinario" estado de forma, según Fran Escribá, el segundo de Quique. "No hay ningún defensa que pueda pararlo. Ni siquiera en los entrenamientos. Está así desde que empezó la pretemporada. Otra cosa son las molestias que tiene [en un tobillo] y que debe entender que ya van a formar parte de su vida deportiva", explica sobre el jugador que deslumbró la semana pasada en el amistoso de España contra Uruguay en Gijón: 2-0.

"Vamos a darle al Hamburgo", declaró esta semana Vicente, dando por sentada la agresividad de su equipo en esta cita ante un rival que, por su nacionalidad, le trae malos recuerdos: se lesionó de gravedad el curso pasado en Bremen en un choque de la Liga de Campeones tras una actuación muy bronca de los jugadores del Werder.

Todo pasa en gran parte por Vicente porque los estados físicos de Baraja y Aimar no son los más idóneos. El primero, por sus dolencias en un muslo en el último mes. Y el segundo, por haberse incorporado más tarde a los entrenamientos. A eso se ha unido la baja inesperada de Edu, el brasileño creativo procedente del Arsenal que debía conceder descanso a Baraja, muy golpeado por las lesiones en los últimos cursos. "Sin Edu, perdemos fútbol en el centro", resume Escribá, de modo que Quique ha pedido a Soler un recambio para ese puesto crucial, más si cabe después de que Sissoko fuera traspasado al Liverpool. "A Aimar lo veo bien. Brilló ante el Udinese, pero no sabemos si tendrá físico para aguantar todo el partido. Tal vez salga en la segunda parte para aprovecharse del cansancio de ellos", añade.

Otro problema para Quique se centra en el lateral derecho. Ayer fue presentado el último fichaje, el portugués Miguel, del Benfica, pero no está inscrito en la Copa Intertorto. De modo que el técnico ha probado para esa demarcación a Albiol, que había actuado hasta la fecha de medio centro o de central. Pero es que Quique no confía para ese puesto en Caneira, de quien dijo ayer que alguien se equivocó al ficharlo como lateral derecho. Se refería a Eduardo Macià, el anterior director deportivo.

La altura de Albiol pretende frenar el juego aéreo del conjunto alemán, muy fuerte en las jugadas de estrategia. Especialmente, porque el Hamburgo cuenta con el zurdo media punta holandés Van der Vaar, que golpea muy bien el balón. "El Hamburgo tiene un estilo sencillo y juega mucho por dentro. Tenemos que evitar las faltas para eludir así su juego aéreo. La ausencia de Barbarez [sancionado] es un alivio", apunta Escribá.

En el Valencia regresa Angulo a Europa después de cumplir los siete partidos de sanción por haber escupido a Borowski, del Werder, en la pasada Champions. Regueiro, en cambio, tampoco fue inscrito en la Copa Intertoto.

Valencia: Cañizares; Albiol, Ayala, Moretti, Fabio Aurelio; Angulo, Albelda, Baraja, Vicente; Aimar y Villa.

Hamburgo: Wächter; Demel, Van Buyten, Boulahrouz, Atouba; Wicky, Jarolim, Beinlich; Van der Vaart; Mpenza y Lauth.