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AUTOMOVILISMO | Gran Premio de Turquía de Fórmula 1

El orgullo del campeón salva al alemán

"Creo que puedo luchar por ganar......la décima posición", declaró irónico el pasado sábado Michael Schumacher. Tras perder el control de su F2005 en la vuelta cronometrada, Schumi partió ayer desde la octava fila de la parrilla de salida. El Kaiser atraviesa su momento más delicado desde que debutó en la F-1 en 1991 al volante de un Jordan. Siete títulos mundiales y 84 victorias después, el piloto alemán de Kerpen, de 36 años, se vio impotente ayer, ninguneado por sus rivales y superado por Rubens Barrichello, su compañero de equipo, que alcanzó la décima plaza.

La maniobra que marcó su participación en Estambul es la prueba más fehaciente de su mala pata. En el decimocuarto cuarto giro y cuando trataba de rebasar a Mark Webber, el australiano arremetió con el morro contra el Ferrari de Schumacher quien, en el acto, entró en el box para reparar los daños. Tras cambiar las ruedas posteriores, regresó a la pista, pero sólo dio tres giros hasta que se encerró en el taller. El orgullo de quien, para muchos, es el mejor piloto de la historia está seriamente tocado pero, como ha demostrado, Schumacher es un campeón elegante, en la victoria y en la derrota. "Tras el impacto, algo se ha roto en el coche y, al entrar en el box, los mecánicos han cambiado la dirección asistida increíblemente rápido. Gracias a ellos he podido volver a la pista, me he clasificado y en la vuelta de clasificación de la próxima carrera no saldré el primero", agradecía a su equipo el alemán quien, finalmente, enfiló el camino de los talleres, a falta de siete vueltas para el final con el objetivo, menor ayer, cumplido.

Habían abandonado Webber, Massa y Heidfeld, y Schumi ya no necesitaba rodar más en el circuito turco. Haber salido el primero -el último clasificado de la anterior carrera es el que comienza la cronometrada- nada menos que en Monza, el próximo día 4, hubiera sido una humillación insoportable para un gran campeón. No es, definitivamente, un buen año para Schumi, que sólo ha podido ganar una carrera, si es que a la fantasmagórica prueba de Indianápolis se la puede considerar una competición del Mundial.

Michael Schumacher, en el <i>box</i> de su equipo después de su retirada en Estambul.
Michael Schumacher, en el box de su equipo después de su retirada en Estambul.ASSOCIATED PRESS

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