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Entrevista:EMERGENTES Y DIVERGENTES | Jamie Cullum / Músico

"Mi generación creció ecléctica, como una macedonia"

Un camerino en una sala de conciertos de Madrid. Hace un calor que desgañita a las moscas. Jamie Cullum, con camiseta y pantalones de camuflaje, come bocabits y mediasnoches de chorizo.

Pregunta. ¿Le molesta el calor o no lo siente yendo de un lado a otro?

Respuesta. Me adapto bien a los sitios. Serán las raíces. Tengo ascendientes en Alemania y mi bisabuelo era de Sevilla.

P. Y usted, ¿dónde vive?

R. En Londres, pero me crié entre Bath y Bristol.

P. Pura cepa inglesa. ¿Trabaja mucho?

R. Este año he dado unos 20 conciertos por Europa. Empecé a trabajar en serio a los 15 o 16 años, aunque llevaba desde los ocho haciendo música.

P. Su música lo mismo trata con Cole Porter que con Radiohead. ¿Qué influencias ha mamado?

R. Al principio me impactaban Nirvana, Jimi Hendrix y los grupos heavy, luego entré en el jazz y me gustaba Jamiroquai pero también Miles Davis.

P. ¿Y los crooners, como Sinatra?

R. Sí, pero es algo de lo que he intentado apartarme para mi nuevo disco, que quiero que sea más pop. Quiero que suene más joven, en la tradición en la que me crié, aunque sin llegar a ser el producto de una estrella pop.

P. O sea, que usted, a quien le han ensalzado una madurez impropia de la edad, quiere hacer el viaje al revés y desmelenarse ahora.

R. Sí, si los demás tratan de madurar con el tiempo yo voy a intentar sonar más fresco. Quiero divertirme y hacer el chorra, volverme más estúpido en el buen sentido.

P. ¿En qué sentido?

R. Con otras influencias, metiendo más funk, otros ritmos, divirtiéndome.

P. ¿Se siente parte de una generación demasiado ecléctica?

R. Sí, mi hermano y yo somos así. Oíamos cosas muy diferentes, desde Jobim a Queen o AC/DC, para nosotros era natural. Crecer con el pop, el hip-hop, el funky, como si fuéramos una macedonia.

P. Y el flamenco, ¿le gusta?

R. Oh, sí. Esa velocidad a la que tocan la guitarra, ese músico increíble, ¿cómo puede llamarse?

P. ¿Paco de Lucía?

R. Sí, eso. Más que Hendrix, James Taylor o Django Reinhardt. La música es así, hay que acercarse a todos los estilos.

P. El jazz es un arte que viene de la marginación, del hambre. ¿Usted ha conocido eso?

R. Es necesario llevar tu experiencia a la música que haces, pero yo crecí en el campo y jamás pensé que podría llegar a convertirme en una estrella de este negocio, por eso tampoco lo hacía.

P. ¿Está en esto por fama o por placer?

R. Por entretenerme más que por la fama. A mi edad hay que saber asimilar esas cosas. Tuve oportunidades y las aproveché.

P. Cuida mucho sus letras. Trata de que se entiendan con claridad y no ensucia el sonido de su voz como muchos cantantes pop.

R. Sí, no se les entiende y no les importa. Pero a mí sí. He estudiado Literatura en la Universidad y estoy obsesionado por las letras. Me gusta la claridad de poetas y autores como Kerouac, Hemingway, Brecht...

P. ¿Y es usted verdaderamente, como dice su canción Twentysomething, un experto en Shakespeare?

R. Me divierten esas cosas. Acabé mi carrera en Literatura y Cine en la universidad de Reading.

P. ¿Aparte de la música, cuáles son sus vicios?

R. El fútbol, soy hincha del Liverpool. Ver películas, tirar fotos con mi Leica, hacer el punki.

P. ¿Cuál es su sueño?

R. Seguir haciendo música. Conseguir el dinero suficiente para poder ser músico hasta que me muera y hacerlo cada vez mejor.

P. ¿A qué tiene miedo?

R. Me da miedo perder las ganas de intentarlo.

P. ¿Duerme mucho?

R. Depende. En Estambul, el otro día, media hora. En el Festival del Mar del Norte, una hora. Puedo sobrevivir con cuatro horas. El otro día dormí ocho.

P. Así que para usted, dormir es un sueño.

R. Me gusta dormir durante el día. La siesta. ¿Lo conserváis todavía? Eso hace que un país sea mejor.

P. ¿Qué opina de Tony Blair?

R. Me produce sentimientos encontrados. Tiene capacidad para ser grande mientras no se empeñe en ser amigo de todo el mundo.

P. ¿Se habría hecho una foto con Bush como sus colegas Bono y Geldof?

R. No. Mirad, no suelo hablar de estos temas, pero la verdad es que a ese tío no le soporto.

P. ¿Cómo tratan en una multinacional como Universal a un chico que ha vendido más de dos millones de álbumes?

R. Bien, pero la verdad es que nunca he logrado ver el dinero. El caso es que por eso me empeño en querer vender más discos para ver a qué cantidad hay que llegar para que te den algo. Pero da gusto trabajar con ellos, les encanta la música. (Lo dice guiñando el ojo a los de la discográfica que nos acompañan en la entrevista. Ellos hacen risas).

P. Y la piratería, ¿está a favor o en contra?

R. Las descargas en Internet son algo estupendo. Ahora, la piratería ya es otra cosa. Me gusta lo que hizo una vez el guitarrista Pat Metheny en una tienda pirata. Entró y se llevó todos sus discos. Cuando le preguntaron que qué hacía, les respondió: "Llevármelos porque son míos".

Jamie Cullum.
Jamie Cullum.CRISTÓBAL MANUEL

El prodigio de veintitantos

No fuma, no lleva corbata, no tiene aspecto de galán de los cincuenta, pero Jamie Cullum, a sus 25 años, es un chaval bajito y de puro nervio con mirada de espabilao, que cuando canta te transporta a los sonidos de las más legendarias figuras del jazz y a la elegancia de los más sofisticados crooners. Su disco Twentysomething ha vendido más de dos millones de copias y se considera miembro de una generación ecléctica en la que siempre sobresale el pop. Es licenciado en Literatura y Cine por Reading y tiene garra de poeta del jazz.

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