La Liga y la Federación siguen sin llegar a un acuerdo por el dinero

La Liga y la Federación, a menos de diez días para que comience el campeonato de Primera y Segunda División, no se ponen de acuerdo, aunque ayer acercaron posturas, según fuentes de ambos organismos. Los clubes se niegan a pagar los seis millones que demanda la federación como ayuda a las categorías no profesionales. Argumentan que el dinero se gasta en otras cosas. La federación, vista la negativa, ha aumentado las cuotas de tramitación de licencias en un 2.900%, de 6.000 euros por club a 174.000. La Liga, en última instancia, denunciará judicialmente la subida.

No hubo apretón de manos. Pero "las negociaciones van por buen camino", según fuentes federativas. "Habrá que ponerse de acuerdo y algunas cosas van mejor que otras", comentaban desde los clubes. La reunión que mantuvieron ayer por la tarde representantes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), con Javier Tebas y Clemente Villaverde a la cabeza, y la federación, con Joan Gaspart y Victorino Sánchez Arminio, entre otros, no acabó con las desavenencias entre los dos estamentos, que se han emplazado a un nuevo cónclave, el próximo día 24 de este mes, bajo el techo y el arbitraje del Consejo Superior de Deportes.

Los clubes, que, salvo excepciones, apoyaron en las pasadas elecciones federativas al candidato perdedor, Gerardo González, consideran que los seis millones que se les pide como ayuda a las categorías no profesionales se "malgastan", por ejemplo, en pagar las primas que perciben los jugadores internacionales. También divergen en asuntos relativos al arbitraje. "Quedan flecos", comentan. "Nunca se ha arreglado todo en una sola cita", se escabulló Villaverde, gerente del Atlético. Pero las partes coinciden: habrá pacto antes del 27 de agosto, fecha del inicio de la Liga. Si no lo hay, fuentes de los clubes dieron a entender que el torneo comenzará igualmente: "Las cosas ya están en marcha, los equipos han fichado, han preparado su pretemporada, todo está en marcha..."

En 2004, la Liga tomó la decisión de no renovar el convenio que regula su relación con la federación y que estaba vigente desde hacía 16 años. Los procesos judiciales contra Ángel María Villar, el presidente del máximo organismo del fútbol, y otros de sus directivos, por presunta malversación de fondos públicos, tampoco han ayudado a la consecución de un acuerdo. La federación, mientras tanto, necesita recursos económicos. Tiene un agujero, no declarado, de ocho millones en sus cuentas y las subvenciones que percibía del CSD están congeladas por las dudas que suscita la gestión de Villar, investigada por los jueces.

José Luis Astiazarán, presidente de la LFP, amenazó a finales de julio con denunciar administrativa y judicialmente a la federación por el aumento de la cuota, que en el caso de Primera es de 6.000 a 174.000 euros por club. La federación arguye que ese precio compensa la negativa de los equipos a pagar la ayuda a las categorías inferiores y "otros conceptos" que en el convenio quedaban delegados en la Liga y que bajo las circunstancias actuales dependen, de nuevo, del organismo oficial. En caso de firmar un nuevo convenio la cuota de filiación no sería de 174.000 euros, sino otra cantidad pactada.

Jaime Lissavetzky, el Secretario de Estado para el Deporte, instó a las dos partes a llegar a una solución. Para ello se celebró una reunión el pasado 28 de julio en el CSD. "Las negociaciones van bien encaminadas", aseguró Lissavetzky. Eso es lo que ahora repiten los protagonistas de este primer acercamiento. Unos interlocutores muy distintos a los de aquella en el CSD, a la que asistieron Villar y Astiazarán, los máximos responsables de cada organismo. Ayer no. Ayer no estaban ninguno de los dos. La tarea del acercamiento correspondió "a las comisiones delegadas correspondientes que cada organismo tiene para estos asuntos", según explicaron fuentes de la LFP.