Williams confirma que deja BMW y que en 2006 correrá con motores Cosworth
Lo que era un secreto a voces se confirmó ayer. El fabricante de motores Cosworth equipará a la escudería británica Williams de Fórmula 1 la próxima temporada, tras el anuncio hecho público por Frank Williams. La decisión de Williams llega unos meses después de que se conociera oficialmente que BMW, la fábrica alemana que equipaba a los bólidos británicos, había adquirido la escudería suiza Sauber -el 22 de junio- con la intención de formar su propio equipo a partir de la próxima temporada. BMW motorizaba a Williams desde 1998.
"Cosworth, que hasta el pasado mes de noviembre pertenecía a la casa estadounidense Ford, es una autoridad mundial en motores V8", declaró Frank Williams, director del equipo de F-1 que lleva su apellido. Los motores Cosworth V8 ganaron 155 grandes premios desde su debut en 1967 hasta el primer título mundial de Michael Schumacher en Benetton en 1994.
Williams, además, no pretende sólo incorporar un fabricante de motores, sino que se plantea una colaboración muy estrecha con Cosworth, que no se limitará al desarrollo del propulsor, sino que abarcará otros aspectos de la configuración del nuevo monoplaza.
"El año que viene será el comienzo de una nueva etapa después de dieciséis años de motores de diez cilindros", recalcó Willimas en referencia a la nueva normativa que entra en vigor al término de la presente temporada. "Williams optó por esta colaboración en base, únicamente, a criterios técnicos", precisó por su parte Patrick Head, director técnico de Williams. "Entre las diferentes opciones que barajamos, Cosworth era la que aportaba más experiencia". "Conocemos muy bien los V8. Estamos encantados de poder colaborar con una de las escuadras más emblemáticas de la F-1", afirmó Tim Routsis, director general de Cosworth. "Llevamos trabajando en el el motor V8 del año próximo desde abril de 2004. Estamos desarrollando el propulsor V8-CA para 2006, y creemos que podemos llegar a ganar carreras a corto plazo", concluyó Routsis.
La nueva norma
Con el propósito de hacer aún más espectaculares las carreras de fórmula 1 y tratar de que el número de adelantamientos y la competitividad entre las formaciones de la parrilla aumente, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) busca reducir la velocidad, implantando motores de menor cubicaje. Los propulsores V10 de tres litros que se venían utilizando los últimos años dejarán paso a los V8 de 2,4.
Debido a lo trascendental del cambio en el reglamento sobre la motorización de los coches, las escuderías tendrán un año de adaptación. Por esta razón y sólo durante la temporada 2006, los equipos podrán equipar sus monoplazas con los propulsores V10 antiguos, pero limitando sus prestaciones. Aunque el objetivo final es reducir los gastos, la investigación que están llevando a cabo los fabricantes tiene unos costes enormes. Y, evidentemente, eso favorecerá a las escuderías más potentes.
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