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Crónica:ATLETISMO | Concluyen los Campeonatos del Mundo de Helsinki
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un australiano en el podio

Mottram, tercero en el 5.000, en el que Kenia obtiene su única victoria

Carlos Arribas

Buster Mottram fue un tenista inglés, una figura local en los años 70, que después se dedicó a la política desde las filas de la extrema derecha. Evidentemente no era a él a quien pretendía rendirle homenaje Craig Mottram, gigante australiano de pelo corto y tez rubicunda, cuando terminada la carrera se fue hacia el borde de la pista y cazó al vuelo una camiseta con los colores australianos que en la espalda llevaba escrita solamente una palabra: Buster. Era, evidentemente, un auto homenaje, un homenaje a sí mismo, a su grandeza, a su bravura, a él, que había sido capaz de lograr terminar tercero, terminar en el podio, en una carrera de fondo, en los 5.000 metros, en un Mundial celebrado en 2005. Buster, el exterminador. Así quiere Mottram que le llamen. Así se sintió anoche, en la última prueba individual en la pista de Helsinki. Así debía sentirse para lograr lo que logró.

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Kenia, la madre del fondo africano, la tierra de Rono, de Keino, de Tanui, de Ngugi, de Ereng, de Kemboi, de Korir, de Cherono... Kenia, la gran potencia que abrió el camino del atletismo al pueblo africano, aún no había conseguido ninguna medalla de oro en los décimos campeonatos del mundo de la historia. El hombre elegido era el más veterano, el más inteligente, el más rápido: Benjamín Limo. 31 años. Atleta tardío. Todo un ejemplo de pervivencia en un país en el que la carrera profesional media de un atleta no llega a los tres años. Él sólo supo como resolver una ecuación muy complicada, un problema en el que entraban dos variables muy peligrosas, el etíope Sihine, el gran sacrificado por Bekele y también por Gebrselassie en todas las grandes finales de 10.000 metros, y Mottram, el australiano, el blanco monstruoso de final temible.

Limo, sabio, hombre de final eléctrico, se puso el primero con el disparo de salida y condujo al grupo todo el primer kilómetro a una velocidad anestésica. A casi tres minutos. A ritmo de 10.000. A ritmo de carrera femenina. Y conseguido su propósito, poner nervioso al personal, lograr que pasara lo que pasara la carrera terminara en un tiempo lento, se retiró al grupo y dejó que Fabiano, el tanzano, se dedicara a intentar acelerar, y dejó que el eritreo Tadesse subiera y bajara, yoyó humano, recorriendo por fuera más metros que nadie, y logró que los etíopes se paralizaran, se quedaran sin ideas. Logró que, finalmente, el primer movimiento serio lo hiciera Sihine, con fuerte progresión a falta de 500 metros. Fue la señal que esperaba Mottram para empezar a acelerar, la señal que esperaba Limo para ponerse al fondo del grupo estirado. Y como ni Sihine, ni Mottram, ni Songok, ni Kipchoge lograron despegarse de Limo en la última curva, como Sihine se iba quedando sin cambios, sin más velocidades, sin turbo, fatigado por su largo ataque, como los demás tampoco lograban ir más deprisa, Limo comprendió que había llegado su momento. A 80 metros de la llegada, salido de la última curva, el veterano mecánico del ejército keniano todavía era quinto. Fue entonces cuando decidió encender su turbo, convertirse en un rayo, acelerar y pasar dejando clavados, agónicos, convertidos en pura máscara de esfuerzo, a todos los demás. A cinco metros de la llegada pasó a Sihine, paralizado, al mismo tiempo que en un supremo último esfuerzo, avanzando más por la voluntad de sus brazos que por la fuerza de sus piernas, Mottram superaba al aterrado Kipchoge.

Fue el 5.000 más lento de la historia de los Mundiales. 13m 32,55s. Lo ganó un atleta keniano y gracias a eso su país contará con un niño llamado Helsinki, hijo de Benjamín Limo, nacido el lunes pasado. Y un australiano blanco subió al podio, y todo el mundo sabe ya que se llama Craig, Buster, Mottram. El exterminador.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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