La lealtad de Zepler
Erich Zepler, 1935. Memorial Berger (primer premio).
Blancas: Rf7, Dc4, Td2, Ah3, peones en c3 y f4. Negras: Ra3, Db1, peones en b7, f5 y h7.
El lector Jean Collin, de Offlanges (Francia), nos advierte de que el estudio del pasado sábado, publicado por Korólkov en 1949, es casi idéntico a otro del alemán Erich Zepler, premiado en 1924, cuando Korólkov tenía 17 años. Sea plagio o casualidad, es una buena excusa para loar a Zepler y glosar su apasionante vida. Judío y profesor de universidad, fue íntimo amigo de Ado Kraemer, colega de profesión que se convirtió en coronel de las SS, lo que no le impedía visitar con frecuencia a Zepler para componer estudios y problemas de ajedrez. Zepler huyó a Inglaterra, trabajó como experto en electrónica para el Ejército británico contra la Luftwaffe e influyó para sacar a Kraemer de la cárcel. El problema del diagrama lo compuso él solo, y aunque el enorme desequilibrio de material entre blancas y negras indique lo contrario, tiene utilidad práctica. La idea parece muy simple: las blancas no pueden ejecutar la combinación 1 Ta2+, D - a2 2 Db4 mate porque la dama en c4 queda clavada por su colega negra en a2. Se trata de encontrar una manera de arreglar esa pega sin renunciar a dar mate en cuatro. Pero encontrar la solución sin ayuda no es nada fácil, porque la primera jugada es la más inesperada: 1 A - f5!!, D - f5+ (si 1... Db2 2 Ae6, Db1 3 Ta2+, D - a2 4 D - a2 mate). Tras la captura del alfil en f5, y a pesar de que sea jaque, son las blancas quienes han arreglado su problema, mientras que la dama negra debe retroceder a toda velocidad: 2 Re7, Db1 3 Ta2+, D - a2 4 Db4 mate.
Correspondencia: ajedrez@elpais.es
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