Los últimos fondistas vascos

El atletismo vasco no vive sus mejores momentos. Prueba de ello es que sólo cinco atletas de Euskadi han sido llamados a participar en los Campeonatos del Mundo de Helsinki. El fondo es el último bastión de los corredores vascos, con doble presencia en maratón (Kamel Ziani, hoy, e Isabel Eizmendi, mañana) y Mikel Odriozola, eliminado ayer en los 50 kilómetros marcha, pese a que todos los especialistas coinciden en que poco queda ya de los años dorados de Martín Fiz y Alberto García.

"No se puede vivir de la época dorada del medio fondo y el fondo, con Cristina Petita, Fiz,... Ahora los velocistas lo dominan todo, porque ha salido una buena hornada de jóvenes", explica Víctor Clemente, técnico de la Federación Vasca. "La generación actual se va acabando y no se ve gente joven que llegue. Existe muy poca base en los entrenamientos de juniors y juveniles. La verdad que es una pena", comentaba Isabel Eizmendi, días antes de su segundo maratón, el de mañana en Helsinki, pues hasta ahora sólo ha disputado el de Rotterdam.

El mundo del maratón es el más sacrificado y duro del atletismo. Todo se juega a una sola carta. "En un año puedes correr dos o tres maratones, ni una más. Si tienes un mal día o te toca mal tiempo o tienes un problemilla, todos los entrenamientos no sirven de nada. Es muy jodido estar ahí, porque hay que decantarse por el trabajo o el deporte, está mal recompensado y muchas veces no encuentras ayudas", explica Kamel Ziani, quien compagina sus larguísimos entrenamientos en Orio con el trabajo en el restaurante que regenta en esa localidad. "Existe bastante afición al maratón y cuando estás muy arriba en el escalafón hallas recompensas. Si eres un corredor de andar por casa, como yo, que no como de esto, es mucho más difícil", apostilla Eizmendi.

Ambos atletas son dos productos complementarios. Ziani, nacido en Alhucemas (Marruecos), llegó al País Vasco junto a su familia cuando tenía dos años. Habla con acento norteño, domina el euskera y se ha convertido en uno de los estandartes del nuevo atletismo vasco. Su simpatía se tuerce cuando oye la palabra integración. "Me he dado cuenta de que el que es de fuera, es de fuera para toda la vida", explica cortante. "Ahora, con atentados y demás, te ven más moreno, corriendo, con una mochila a la espalda y...", reflexiona. A sus 32 años no deja un día sin correr las playas de Orio o los montes de los alrededores. Hoy podrá demostrar sus cualidades sobre las calles de Helsinki en un recorrido que, en principio, no favorece sus intereses.Eizmendi, de 35 años, representa el caso contrario: la emigración del País Vasco. Por motivos laborales, la corredora tuvo que marcharse a Barcelona, donde reside desde hace más de una década, aunque mantiene sus raíces en San Sebastián. Los problemas de trámites y seguros le han hecho decantarse por la Federación Catalana de Atletismo, en vez de por la Vasca. "No puedo tener una licencia en el País Vasco y, por ejemplo, lesionarme. El seguro me diría que tengo que ir a curarme al País Vasco y no puedo, porque en Barcelona tengo mi trabajo", explica.

Ambos son la esperanza del atletismo vasco para reverdecer viejos laureles, enganchar a la juventud y que se acerque a ese deporte, aunque prefieren mantenerse cautos a la hora de hablar de la prueba de este fin de semana. "Me encuentro bastante bien, aunque en los Mundiales todos los corredores son rivales. Muchas veces no sabes quién te va a atacar, aunque los del equipo español estamos muy fuertes y podemos estar arriba", argumenta Ziani.

Eizmendi no se muestra tan ambiciosa. "Voy yo sola, sin equipo, porque la Federación Española puso una marca muy baja, así que también he tenido que entrenar sola, viajo con los chicos... Ya me buscaré compañía en la carrera", bromea la atleta. "Lo único que busco es mejorar mi marca personal y disfrutar, aunque sé que tengo una responsabilidad y que hay mucha gente siguiéndote", aclara ella. "Si ando bien en Helsinki, todos los entrenamientos solos, tantos kilómetros y fatigas tendrán por fin recompensa", concluye el corredor.