Garzón autorizó escuchas a Zougam y El Tunecino por la masacre de Casablanca
El 27 de febrero de 2004, 13 días antes de los atentados de Madrid, la Comisaría General de Información recibió autorización del juez Baltasar Garzón para prorrogar la escucha de 19 teléfonos de sospechosos de pertenecer a grupos islamistas relacionados con los atentados de Casablanca (16 de mayo de 2003). Algunos de estos teléfonos pertenecían, como el de Jamal Zougam y Sarhane Ben Abdelamajid Fakhet, alias El Tunecino, a dos de los directamente implicados posteriormente en los atentados de Madrid. La autorización caducaba el 7 de abril de 2004.
Entre los numerosos documentos aportados por la policía al sumario del 11-M, en concreto la Comisaría General de Información, hay varios de ellos que tienen fecha del 4 de febrero de 2004, es decir, son anteriores a los atentados de Madrid, y están relacionados con los atentados de Casablanca, en los que murieron 43 personas, de ellas cuatro de nacionalidad española. Dichos informes están justificados por la apertura del sumario 09/03, abierto en su día por el juez Baltasar Garzón, en el que se investigaba la "rama española" de dichos atentados.
La policía española contaba en aquel entonces con información facilitada por la marroquí, por otras policías europeas y por sus propias investigaciones sobre el entramado del islamismo radical. En esos estudios, fechados un mes antes de los atentados de Madrid, la policía analizaba con mucho detalle las vinculaciones en España de algunas de las cuatro células que habían sido identificadas en aquellos momentos y que actuaban en Marruecos.
De estas cuatro células, la policía marroquí atribuía la autoría de los atentados a la denominada Célula de Casablanca, liderada por Abdelhak Bentasir, alias Moul Sebbat. Pero también identificaba otras células, algunas de las cuales quedaron desmanteladas tras los atentados. Estas células eran las de Roberts Pierre Richard Antoine (centrada en las ciudades de Tánger y Fez), que tenía previsto organizar algún acto terrorista en Francia, la célula de las ciudades de Nador y Oujda y la célula de Moceen Bouarfa, centrada en las ciudades de Meknes y Fez.
Sobre tres de estas cuatro células la policía española conocía vinculaciones con ciudadanos residentes en España. De hecho, hubo dos detenidos, Abdelaziz Benyaich y Hicham Temsamani, relacionados con la célula de Roberts Pierre Richard. El informe policial destacaba que también tres de estas cuatro células "obedecían las consignas emanadas por la organización de Bin Laden, que situaron a Marruecos como objetivo para sus seguidores".
Célula de Casablanca. Estaba considerada como la célula operativa, la que ejecutó el atentado. La policía española disponía de una lista de teléfonos de personas "bien relacionadas con los operativos de Al Qaeda, de quienes procederían las órdenes, o bien con detenidos directamente implicados en los hechos del 16 de mayo en Casablanca". Estos teléfonos corresponden a Jamal Zougam, Mohamed Larbi Ben Sellam, Mohamed Berzizoui, Abdellah Tobi, Omar Fares y Sarhane Ben Abdelamajid Fakhet, conocido como El Tunecino, considerado como uno de los cabecillas de los atentados de Madrid.
Célula de Robert Richard Antoine Pierre, alias ]]>Yaacoub. Esta célula estaba considerada como una de las que recibían órdenes de Al Qaeda y que compartía métodos y objetivos con la de Casablanca. Su mentor era un ciudadano francés, detenido en Tánger el 3 de junio de 2003. Sin embargo, esta célula contaba con dos miembros importantes que fueron detenidos en España. Uno es Abdelaziz Benyaich. El otro, Hicham Temsamani.
Andelaziz Benyaich, nacido en Marruecos y con pasaporte francés, era un estrecho colaborador del líder de esta célula. Formó parte de las brigadas muyahidin que combatieron en Chechenia y realizó varios cursos de adiestramiento de Afganistán. Se le atribuía "facilidad para la financiación de atentados". La policía española seguía sus pasos desde hacía tiempo por su vinculación con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí, "ya que existían informaciones que lo situaban como un posible suicida que podía atentar contra objetivos norteamericanos o británicos en el estrecho de Gibraltar".
Por tal motivo su teléfono móvil estaba siendo intervenido desde el 5 de marzo de 2003. Las informaciones con que cuenta la policía sobre su pasado hablan de que fue en Londres donde se formó en el islamismo radical. Llegó a actuar como narcotraficante, actividad que abandonó al abrazar el islamismo. Sin embargo, su pasado delictivo le permitió tener cierta facilidad para conseguir ingresos con rapidez, facilidad que aprovechaba para financiar actividades de sus correligionarios. Viajaba con mucha frecuencia entre Marruecos y diversos países europeos y se dedicaba a la compraventa de coches y su exportación a Marruecos.
Imanes de El Portillo
Hicham Temsamani dejó su residencia en Tánger para trasladarse a la localidad toledana de El Portillo en el año 2001. Allí los responsables de una comunidad islámica reclamaron sus servicios como imán. Su discurso radical y extremista sorprendió a quienes le contrataron, lo que motivó que el imán creara una nueva comunidad islámica en la misma localidad y abriera otra mezquita.
Temsamani comenzó a prodigarse en viajes por España y Europa. Según opinión de la policía española, estos viajes le servían para establecer lazos con otras comunidades radicales y para obtener fondos para su causa. Debido a esta actividad nombró a otro imán para su mezquita en El Portillo. El hombre elegido fue Mustafá Serroukh, que divulgaba la misma ideología radical. Serroukh se convirtió en hombre de confianza de Temsamani. Procedía de la mezquita de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), donde trabajó como imán y mantenía enfrentamientos con un sector moderado de la comunidad musulmana local. En la fecha en la que estaba elaborado este informe (4 de febrero de 2004), la policía española reconoce que el citado Serroukh seguía cumpliendo con sus funciones de imán de El Portillo, y ello a pesar de que, por entonces, Temsamani había sido detenido en Vitoria.
La localidad de El Portillo se convirtió así en un centro neurálgico de una de las células más peligrosas de Marruecos, la liderada por Robert Antoine Pierre Richard, alias Yaacoub. La policía española supo que el líder de dicha célula, el propio Yaacoub, "utilizaba la localidad manchega como parada intermedia en sus viajes entre Tánger y Francia".
Yaacoub "participaba en las actividades propias de la comunidad islámica de El Portillo y permanecía largo tiempo en el interior de la mezquita". El líder de dicha célula se alojaba en el domicilio de Temsamani. "Se sabe también", decía la policía española en su informe, "que Yaacoub portaba siempre un ordenador portátil, manifestando al respecto que se dedicaba a la compraventa de vehículos de segunda mano".
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