La poesía sin corsé
Hace una década, cuando un cinéfilo elogiaba la versión que Pilar Miró hizo de El perro del hortelano, solía rematar su panegírico: "Y, además, no se nota que los personajes hablan en verso". No sé si la apostilla hubiera agradado a Lope de Vega, cuya facilidad versificatoria no le libraría de quedarse más de una vez papando moscas mientras esperaba del cielo la solución a alguna rima difícil. Y no era aquélla una afirmación a humo de pajas; al cabo, el actor español suele considerar el verso como un obstáculo, fuerza encabalgamientos hasta no dejar rastro de las pausas del final ni, por tanto, de la rima, y privilegia una dicción atenta al significado en detrimento del compás. Sensu contrario, la anécdota puede aplicarse a quienes, ante un poema en prosa, según señalan los editores de Campo abierto, "pasan por alto la voluntad del poeta que decidió escribirlo en prosa", a la caza de endecasílabos y alejandrinos entreverados con líneas y párrafos, como si pretendieran devolverlos a los anaqueles codificados de los poemas como Dios manda.
CAMPO ABIERTO
Edición de Marta Agudo y Carlos Jiménez Arribas
DVD. Barcelona, 2005
424 páginas. 18 euros
Campo abierto es una muestra de poesía en prosa de los últimos quince años, escrita por autores españoles nacidos desde 1950. La selección ha sido preparada por Marta Agudo (Madrid, 1971) y Carlos Jiménez Arribas (Madrid, 1966), quienes, en un breve pero enjundioso prólogo, acotan el género, explican su formación a partir del Romanticismo alemán y los hitos del poema en prosa en España, establecen la conexión con la modernidad y señalan, en fin, los criterios de la antología. La selección ha escapado del cantonalismo de sectas y capillas, aunque en el prólogo se deslicen algunos automatismos sobre las maldades del aparato mediático o el silenciamiento de algún gran escritor. Pero rehuir la tendenciosidad no significa ser equidistante, pues siempre se escribe -y se antologa- desde un lugar; más cuando este género no es transversal a las distintas estéticas, pues casa mal con el realismo y peor aún con los diversos neoclasicismos que han embalsamado parte de la lírica española reciente.
De Novalis a Rimbaud, o, más
acá, a John Ashbery, el poema en prosa ha abierto una senda fecunda en los últimos dos siglos. En España, los casos de Juan Ramón, Cernuda, Aleixandre..., o los más recientes de Álvarez Ortega, Gamoneda y Valente, aguantan cualquier comparación. La lectura de algunos seleccionados resultará un descubrimiento para el lector; también ciertas respuestas que, a modo de poética, redactan casi todos en contestación a un cuestionario. De ello sólo parece desprenderse, por la fuerza de su obviedad, que los poemas en prosa son poemas (o sea: composiciones consideradas por sus autores como tales), y que están vertidos en el cauce de las oraciones en vez de ceñirse al verso y a la estrofa. De todos modos, podríamos sorprendernos si analizáramos los efectos de las poéticas de campo abierto (poemas en prosa) frente a las amuralladas (poemas sometidos al corsé del verso). Baudelaire señaló la aparente paradoja de que un recorte de cielo, contemplado desde un tragaluz o una arcada, refleje mejor el infinito que el firmamento visto desde la cima de un monte. En un recodo narrativo del Fedro platónico, cuenta Sócrates la reconvención de un antiguo faraón egipcio a Theuth, inventor de la escritura, pues, lejos de ser un fármaco de la memoria y la sabiduría como afirmaba éste, impide la apropiación del saber auténtico, limitándose a registrarlo mnemotécnicamente. Un círculo más adentro, Jorge Riechmann, uno de los antologados, afirma que el poema en prosa "señala la emancipación de la poesía con respecto a la mnemotecnia".
El volumen es una sugerido
ra y bien fundamentada antología del poema en prosa. Cierto que, aunque nos dice qué es la "prosa" (algo que sospechábamos saber), no nos aclara qué es el "poema" (algo que sabemos que no sabemos). No deberá reprochársele: ese empeño desbordaría incluso al confiado autor de aquellas lecciones de cosas que extractaban el conocimiento universal en píldoras pedagógicas, la primera de las cuales, de página y media, se titulaba de esta guisa: Breve descripción del universo.
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