"San Telmo tiene que sacudirse el pesimismo"

Susana Soto (San Sebastián, 1960), licenciada en Historia, asumió el 1 de agosto la dirección del Museo San Telmo, inmerso en pleno proceso de reforma y modernización. Pero el proyecto no le es en absoluto ajeno, porque durante el último año ha compaginado su labor al frente de la red de bibliotecas de San Sebastián con la codirección de este centro. Quizá por eso, porque conoce su trastienda, tiene claros sus retos. "San Telmo debe convertirse en un museo moderno, que enganche y que ocupe un lugar central en el panorama museístico de este territorio", dice. Pero para eso debe afanarse en una tarea no menos compleja: "acabar con la imagen negativa" que arrastra y que ha hecho que más de un donostiarra no lo incluya en su circuito". "San Telmo es ya hoy un buen museo. Tiene que sacudirse el pesimismo".

El museo inicia de la mano de Soto una nueva etapa, después de una década de proyectos frustrados por desencuentros políticos y falta de apoyo económico. Tiene ya definido su contenido, que pasa por realzar sus colecciones de Etnografía y de Bellas Artes "con una museografía moderna" y por entrar a formar parte de los "grandes circuitos nacionales e internacionales de exposiciones". Tiene también un proyecto arquitectónico, el diseñado por el equipo de Nieto-Sobejano, que solucionará los "graves problemas de comunicación externa que existen hoy para traer exposiciones" y los de conexión entre las salas". Y cuenta también con el apoyo económico del Ayuntamiento, la Diputación de Guipúzcoa y del Ministerio de Cultura. Queda por definir, apunta, la participación del Gobierno vasco en esta refundación que costará unos 22,2 millones de euros.

Por eso no tiene miedo a que le ocurra lo que a su antecesor, Rafael Zulaika, que abandonó el museo, harto por su prolongada indefinición. "Estoy convencida de que el proyecto va a ser realidad", señala. "Existe ya un consenso. Esa barrera está salvada. Mi único miedo es que no consigamos cumplir plazos". Las obras comenzarán en 2007 y el nuevo centro, integrado dentro de la red de Museos de la Memoria de la Diputación, no abrirá hasta 2010. "Eso no significa que esté parado", advierte. "San Telmo está funcionando y es ya un buen museo, comparable a los que visitamos en muchas ciudades, aunque tenga una permanente sin grandes medios audiovisuales". Su potencial "más fuerte", añade, está en el propio edificio, convento del siglo XVI que "justifica por sí solo la visita". ¿Qué le falta? Un planteamiento "museográfico moderno", responde. Soto, con experiencia contrastada en gestión de equipamientos, trabaja ya junto a los técnicos sobre ello y sobre la definición de una política de adquisiciones, casi inexistente hasta ahora.