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Entrevista:HORACIO LAVANDERA | Pianista

"La interpretación tiene que ser honesta"

Daniel Verdú

Horacio Lavandera (Buenos Aires, 1984) empezó su relación con los escenarios a los 13 años y grabó su primer disco, Debut (Testigo Recordings, 2000), a los 16. Ha interpretado en los grandes teatros de Europa, Suramérica y Japón. Su nombre y su música empiezan a sonar con fuerza en la escena.

Lavandera oculta con esmerado disimulo una timidez que se esfuma en cuanto se sienta frente a las teclas. Reivindica la modernidad y la evolución de la música clásica a través de referentes como Stockhausen o el joven Thomas Ades. Su extraversión es artística; le basta. Hace dos años se mudó a Madrid para comenzar la aventura europea. Ahora, desde la templanza del solista, y con una agenda rellena de compromisos, afronta la exigencia de los compases de su precocidad.

"En la música no tiene que haber una especialización, todo es una continuidad del arte y de la sonoridad"
"Tengo 20 años y voy escuchando, casi sin querer, mucha música. Eso hace que tenga una sensibilidad propia de alguien nacido en 1984"

Pregunta. Acaba de llegar de Londres y parte pasado mañana hacia Argentina para seguir sus recitales ¿No echa de menos la vida de un joven de 20 años?

Respuesta. No, lo vivo con naturalidad. En Argentina tengo mis amigos y algunos aquí en España, lo disfruto como todo el mundo. Lo normal.

P. No tan normal. Pasará muchísimas horas practicando...

R. Sí, ensayo todo el día.

P. Reivindica con insistencia a sus maestros. En Argentina, a Antonio de Raco, y ahora aquí, a Josep Colom. ¿Qué significa para usted esa figura?

R. Tener una técnica segura y un pensamiento musical equilibrado es importante, y eso, sobre todo al inicio, te lo proporciona un maestro. De otro modo es todo muy caótico. Son la base sobre la que se sostiene la personalidad que vas a ir desarrollando.

P. También recibió algunas lecciones de Maurizio Pollini. ¿Qué le enseñó?

R. Lo conocí con 16 años. Es mi favorito, su manera de pensar la música es única. Toma las líneas entre la música clásica y la contemporánea como una unión sonora, sin cortes. Es una idea muy importante que comparto plenamente. No tiene que haber una especialización, todo es una continuidad del arte y de la sonoridad.

P. Usted relaciona siempre pensamiento y música.

R. Sí, desde muy pequeño, paralelamente a la música, estudié análisis y composición. Estudié con una gran profesora que me ayudó a desmenuzar la complejidad de las obras, a pensarlas.

P. ¿Qué cree que es primero en el proceso de creación, el sonido o la idea musical?

R. Todos los compositores tienen diferentes fuentes de inspiración, incluso en cada obra. Mientras más avanzamos en el tiempo, más diferencias hay entre cada una. Stockhausen dice que antes de cada obra quiere hacer algo completamente diferente a lo que acaba de terminar. El mundo sonoro cada vez se amplía más. La intuición de los compositores del siglo XIX se desarrolla en el siglo XX de una forma gigante, y así seguirá en el siglo XXI. Eso es fantástico. La exploración del mundo sonoro. La búsqueda del sonido propio y la forma de atacarlo.

P. ¿Cuánto hay de creación cuando interpreta?

R. Muchísimo. Depende de un buen intérprete que la obra funcione. De la conciencia que tiene de los parámetros que van haciendo a la obra tener su tensión, reposo y equilibrio. La importancia de un intérprete en el momento de tocar es de un 70%.

P. Cita a menudo a Stockhausen. ¿Qué recuerda de la experiencia de poder conocerle?

R. Sí, es el más grande compositor con el que he tenido la oportunidad de trabajar. Fue una experiencia fantástica, interpretar una de sus obras más complejas y poder conversar con él de algunas opiniones que yo tenía acerca de la unión de ciertos pasajes, y, claro, que él lo aceptara sin reparos. Es como poder hablar con Chopin y preguntarle acerca de determinado rubato.

P. ¿Qué busca en un compositor?

R. Ante todo, su color. La definición respecto a su época y su entorno. El carácter y la personalidad de cada uno son muy importantes. Trato de meterme en su mundo, los estudio al máximo, todas sus obras orquestales y de cámara, para estar cómodo dentro del lenguaje. Eso lo respeto al máximo. Aunque no hay una verdad musical, es sólo una visión, claro, pero tiene que ser lo más honesta posible.

P. ¿Le interesa la música más popular tipo hip hop o electrónica?

R. La función de esa música es, obviamente, popular. Sin embargo, hay cosas interesantes como lo que hace Thomas Ades, que fusiona ritmos de la música dance con La consagración de la primavera y logra hacer una sinfonía. Eso es genial y no se podría haber escuchado hace 50 años. Tengo 20 años y voy escuchando, casi sin querer, muchísima música, y eso hace que mi sensibilidad sea la de una persona que nació en 1984. En definitiva, me interesa todo lo que tenga una sensibilidad pura.

Horacio Lavandera.
Horacio Lavandera.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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