Pequeña revancha

La conexión Raúl-Guti, con Ronaldo otra vez de goleador, permitió al Real Madrid lograr una pequeña revancha en su despedida de Japón. Tras el 3-0 encajado el lunes ante el Tokio Verdy, un equipo en horas bajas en la Liga local, el equipo de Vanderlei Luxemburgo, ya sin lluvia, y en el mismo escenario, sin llenar el estadio Ajinamoto -todo un dato del poco enganche que ha tenido la gira asiática madridista deportivamente- se lo tomó mucho más en serio. Pasó el tifón y llegó algo más de juego y esperanzas.

Raúl marcó pronto y quizá eso abrió el camino de la tranquilidad. Aunque los japoneses empataron a los 20 minutos, el equipo blanco dominó siempre y la cara fue muy distinta a la del lunes. Ronaldo fue derribado en una internada por la derecha y él mismo se reencontró con el gol al transformar el penalti. Y ya en la segunda parte, cuando casi terminaba el partido, llegó el clásico gol del brasileño, que se fue con su potencia habitual, resistió a la defensa y batió por entre las piernas al portero nipón.

El Madrid terminará mañana su exótica gira en Bangkok, la capital tailandesa, donde tampoco es seguro que levante pasiones. En Japón, ha comenzado a declinar su fama, a juzgar por la floja asistencia de público en los dos partidos que ha disputado en su tercera visita consecutiva en pretemporada. Las estrellas madridistas ya no llenan los estadios nipones, al contrario de lo que había sucedido en las dos giras veraniegas anteriores.

El estadio de Ajinamoto, donde ha disputado este año sus dos amistosos, tiene una capacidad para 50.000 espectadores, pero en ambos partidos sobraron más de 15.000 entradas.

Uno de los fondos del graderío presentó ayer, durante el encuentro ante el Jubilo Iwata, una imagen un tanto desoladora con la mayoría de los asientos vacíos. La euforia por ver a los galácticos en el archipiélago nipón parece haber menguado.

La prensa japonesa explica el menor tirón del Real Madrid entre el público japonés en el número cada vez mayor de equipos europeos de primer nivel que acuden a vender su imagen a la primera potencia económica de Asia.

"Ante la llegada de tantos equipos extranjeros, a los aficionados japoneses al fútbol no les llega el dinero para ir a verlos a todos", asegura Mikami Kanta, conductor de un programa de fútbol en la radio Kawasaki FM.

Manchester United, Bayern de Munich, Juventus, Milán y Fiorentina son algunos de los conjuntos que han incluido a Japón en su pretemporada de este año. Sin olvidar al Barcelona que esta semana viajará por tercera vez al encuentro de su hinchada nipona.

Ante semejante avalancha de figuras, esos equipos están obligados a "elevar el nivel de espectáculo" en sus visitas, según Toshi Imada, periodista de la edición semanal de Asahi. "Los japoneses cada vez saben más de fútbol y con las caras famosas no les vale. Quieren que los futbolistas les sorprendan con su calidad técnica", sostiene el reportero. Y el Madrid, tras su derrota por goleada con el Tokio Verdy, penúltimo en la Liga, no dio precisamente la talla.

Ayer, al menos, Raúl se mostró contento tras el triunfo sobre el Jubilo. "Los goles dan confianza", dijo. En cuanto a Ronaldo, más animado igualmente, señaló que los goles de ayer no eran importantes. Y añadió: "Cuando pase el trabajo fuerte en Austria, donde quiero prepararme mucho y bien, ya diré cuál es mi apuesta de goles para esta temporada".

El peor parado de la expedición es Mejía, que con una amigdalitis y fiebre de 40 grados no salió del hotel en toda la estancia del equipo en Tokio.