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BRONCA ENTRE LA OPOSICIÓN Y EL GOBIERNO MUNICIPAL

El PP se niega a reprobar las palabras de Botella sobre la derrota de Madrid 2012

Jiménez y Sabanés dicen que la edil "rompió el consenso", y el vicealcalde las tacha de machistas

El pleno municipal debatía ayer la reprobación de unas declaraciones de Ana Botella, pero ella no abrió la boca. Se dejó defender por el vicealcalde, Manuel Cobo, que habló en nombre del PP para subrayar el enorme "aprecio" de su grupo a Botella y rechazar "rotundamente" la petición de reprobación presentada por PSOE e IU. Éstos acusaban a la edil de romper "el consenso olímpico" porque, apenas derrotada Madrid en la elección de los Juegos de 2012, sugirió que eso era culpa de las malas relaciones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con EE UU. "Tienen derecho a criticar lo que quieran, pero con Ana Botella siempre se exceden, por machismo", soltó Cobo a Trinidad Jiménez (PSOE) e Inés Sabanés (IU).

Ana Botella es concejal de Empleo y Servicios al Ciudadano, pero el pasado 7 de julio, sólo un día después de que el Comité Olímpico Internacional hiciera despertar a Madrid de su sueño olímpico, era, además, la máxima autoridad del gobierno municipal en Madrid: el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y el vicealcalde, Manuel Cobo, estaban volando de vuelta a la capital tras su agridulce experiencia en Singapur. Y lo que se encontró Ruiz-Gallardón al pisar el aeropuerto de Barajas fue una nube de periodistas que le pedía su opinión sobre las declaraciones que acababa de realizar Botella.

La explicación que la concejal daba a la derrota olímpica -tras conocerse que ni uno solo de los delegados afines a la candidatura de Nueva York había apoyado a Madrid tras caer de la competición la ciudad estadounidense- era ésta: "Cuando tenemos un presidente del Gobierno que ni se levantó al paso de la bandera de Estados Unidos [durante el desfile del Día de las Fuerzas Armadas en 2003, siendo aún cabeza de la oposición], hay una serie de cosas que los americanos, no hablo del presidente, hablo del pueblo, no perdonan". Una interpretación idéntica a la que sostuvieron, en declaraciones similares, el presidente del PP, Mariano Rajoy, y su secretario general, Ángel Acebes.

Ruiz-Gallardón se apresuró, todavía en los pasillos de Barajas, a desautorizar a su modo las palabras de la concejal de Empleo: "El único responsable [de la derrota] soy yo. Que nadie busque otras responsabilidades, porque yo las asumo todas", dijo, antes de reiterar su agradecimiento a "todas" las instituciones, incluido el Gobierno de Zapatero, por el apoyo mostrado a la candidatura.

Pero la negativa del alcalde a sumarse a la línea argumental de su partido, el PP, en el ataque a Zapatero no fue suficiente para aplacar la indignación de PSOE e IU, que montaron en cólera por las palabras de Botella. Rápidamente anunciaron que pedirían públicamente su reprobación, y ayer lo llevaron a cabo. Fracasaba así el intento de última hora de Ruiz-Gallardón, que hace días pidió, en vano, a Trinidad Jiménez e Inés Sabanés que retiraran la moción a cambio de aprobar un texto conjunto en el que se agradecería expresamente al Gobierno central su respaldo a Madrid 2012.

"No podemos mezclar las cosas. Claro que apoyamos un texto que hable de las cosas buenas del proyecto olímpico, como el apoyo institucional, pero también hay que resaltar lo que no se debe repetir. Nosotros fuimos leales desde el principio, el respaldo unánime fue una de las mejores bazas de la candidatura. Y nada más bajar del avión ya estábamos escuchando valoraciones descabelladas", protestó Sabanés. Dirigiéndose a Botella, agregó: "Piense lo que dijo. ¿Cree entonces que el sistema de votaciones del COI busca castigar o premiar políticas determinadas de los países? Eso es un dislate. Pero si es así, si el futuro de una candidatura depende de la relación que se tenga con Estados Unidos, yo me salgo del proceso".

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"En política, señora Botella, las declaraciones tienen consecuencias que ni podemos ni queremos dejar pasar", explicó a continuación la socialista Trinidad Jiménez a la edil de Empleo, que mantenía la mirada al frente y una sonrisa congelada. "Su actitud fue sectaria y desleal, hacia el alcalde y hacia un proyecto que había sido calificado de 'cuestión de Estado' y apoyado absolutamente por todo el mundo. Siguió directrices políticas, dijo lo mismo que Acebes y Rajoy. Utilizó la derrota para hacer oposición al Gobierno, y en ese momento representaba usted a toda esta Corporación", prosiguió airada.

Valoración y aprecio

Tomó entonces la palabra el vicealcalde Cobo, y con su habitual tono sonriente -que él califica de irónico, y la oposición, de prepotente- desplegó una batería de elogios a Botella y de ataques a sus adversarias. "Pueden criticar ustedes todo lo que quieran, pero con Ana Botella se exceden siempre, y es por machismo", afirmó, ante los abucheos indignados de las bancadas de enfrente. "De todas formas", agregó Cobo, "les contesto: rotundamente no a la reprobación. Y añado que la valoración y aprecio de mi grupo a Ana Botella no hace más que crecer gracias a ustedes".

Después, dirigiéndose a Trinidad Jiménez, le retó: "Si, como dice, la candidatura olímpica era una cuestión de Estado, ¿por qué no reprueba a ERC, su socio en el Gobierno central y cuyos dirigentes se mostraron felices de que perdiera Madrid?". Este contraataque provocó los aplausos entusiasmados de los concejales populares y el gesto incrédulo de la portavoz socialista, que más tarde, en los pasillos, aseguró que no conocía las declaraciones de los dirigentes de ERC, pero que no tendría "ningún problema" en reprobarlas.

Botella no quiso hablar, ni dentro ni fuera del salón plenario. Pero Ruiz-Gallardón sí quiso dejar claro, antes de proceder a las votaciones -donde la mayoría absoluta del PP tumbó la reprobación-, su respaldo a la concejal: "No sólo no tengo ninguna duda de su lealtad, sino que goza de toda nuestra consideración por el gran trabajo que está haciendo".

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