El Festival de Torroella instalará en la plaza del pueblo una pantalla acústica

La mala sonorización de la plaza de la villa de Torroella de Montgrí (Baix Empordà), uno de los principales escenarios del Festival Internacional de Músicas del municipio, tiene los días contados. El 31 de julio, día de la inauguración, se estrenará una pantalla acústica ligera y plegable que prevé solucionar el problema, según Luis Sánchez-Cuenca y Josep Arnau, los autores de un proyecto elaborado por la Universidad de Girona y encargado por las Joventudes musicales de Torroella para mejorar la mala sonoridad de este espacio. Esta mala acústica la provoca, básicamente, que la plaza esté rodeada de edificios por los cuatro lados.

La pantalla se situará en la parte posterior del escenario y permitirá un aumento del nivel del sonido directo que llega al espectador gracias a su forma ovalada. Está compuesta por 288 barras de aluminio, unos nudos diseñados para la estructura y una tela, específica, que favorece la acústica del espacio. Desplegada ocupará 12 metros de ancho por 8 de altura y 8 de fondo. Una vez plegada, su tamaño disminuye espectacularmente a los dos metros tanto de anchura, de altura como de fondo. Y pesa 650 kilos. Pero a diferencia de lo que parecería indicar ese peso, es una pantalla rápida y fácil de instalar. "Sólo es necesaria la intervención de dos personas. No podíamos permitirnos el lujo de buscar una solución poco manejable porque la plaza se utiliza para otras actividades, como el mercado", destaca el director del Festival, Josep Lloret.

Son muchos los recintos, tanto de la provincia de Girona como del resto de España, que se encuentran con problemas acústicos. "Por eso este proyecto tiene un mercado potencial importante", asegura Sánchez-Cuenca. De momento, ya se ha solicitado una subvención de 120.000 euros -el coste total del proyecto- al programa PROFIT 2005 del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

El estudio también prevé la instalación de una campana acústica, de características muy similares a la pantalla, para solucionar la sonoridad de la iglesia de Sant Genis, otro de los escenarios del festival. Una mala acústica causada en este caso por la altura del recinto provoca que el sonido llegue al público muy diluido. "Pero será muy complicado que esta segunda campana esté terminada para esta 25ª edición", reconoce Lloret.