Zidane luce como los ángeles
El francés destaca en su nuevo puesto en un amistoso en el que volvió a marcar Soldado
El Madrid jugó un partido amistoso contra el Galaxy tres horas antes de despegar del aeropuerto de Los Ángeles para seguir haciendo exhibiciones de promoción en Pekín, Tokio y Bangkok. Pocas conclusiones se pueden sacar de lo acontecido a la sombra de las palmeras del estadio de Domínguez Hill. La primera es que Zidane se consolida como media punta.
El desafío tiene a Zidane muy metido en harina, por lo que se ha visto en los dos encuentros celebrados en Estados Unidos. Sabe que si fracasa no irá al banquillo sino que le ocurrirá algo peor. Lo mandarán a la banda. Empeñado en evitarlo, el francés se ha tomado la gira como una oportunidad para dejarle claro a su entrenador que no hay otro enganche como él en todo el mundo. Y Luxemburgo lo capta. Recibe las señales de excelencia en una caravana donde lo corriente es encontrarse con hombres dolientes, insomnes, mal alimentados a base de comida de avión. En la madrugada de ayer, antes del partido, la piscina del hotel de concentración en Marina del Rey se convirtió en una romería que mataba el tiempo. Se trataba de los miembros de la expedición madridista que no habían tomado pastillas para dormir.
GALAXY 0 - REAL MADRID 2
Galaxy: Hartman; Albright (Roberts, m.72), Ihemelu, Marshall, Dunviant; Jones (Naldo, 54), Nagamura, Ramírez (Gordon, m.89), Vagenas (Grabavoy, m.79); Gómez y Kirovski (Enfield, m.82).
Real Madrid: Casillas; Salgado, Helguera, Pavón, Roberto Carlos; Beckham (Figo, m.73), Gravesen, Guti (Jurado, m.73); Zidane (García, m.65); Raúl (De la Red, m.65) y Owen (Soldado, 67).
Goles: 0-1. M. 6. Owen, a pase de Zidane. 0-2. M.77. Soldado define con un disparo seco a pase de Figo.
27.000 espectadores en el Home Deport de Los Ángeles.
Castigados como están los jugadores, el preparador físico, Antonio Melo, ha impuesto un régimen especial de estiramientos. Cunde el yoga. Dice Melo que con tantas horas de avión, al permanecer tanto tiempo en la misma postura, muchos músculos de las piernas pierden irrigación. Esto propicia los desgarros. Para el segmento asiático del viaje, con más de 20 horas de vuelo acumuladas desde Madrid hasta el cruce del Pacífico, los fisioterapeutas del equipo temen una epidemia. Para evitarla, han puesto a los jugadores a estirar los músculos un tiempo extra. En el entrenamiento del domingo Ronaldo dio el primer aviso: sufrió una contractura y ayer fue baja.
El partido amistoso contra el pequeño Galaxy no tuvo trascendencia deportiva pero sí artística. Fue un espectáculo de Zidane y los angelinos, propensos como nadie a reconocer a un buen intérprete, lo agradecieron con ovaciones sonorísimas. Acostumbrada a ver atletas que son hábiles para coger pelotas con la mano, la pericia del francés en el manejo de los pies los dejó perplejos. Conceptos como el amague, el voy y me quedo, o el tuya-mía, encierran una complejidad novedosa a este lado de las Rocosas.
Los aficionados locales creyeron merecido pagar 150 dólares para ver al Madrid jugar. Para verlo entrenarse, el domingo, abonaron 40. Ayer el campo se llenó con 27.000 personas que celebraron como algo único los goles del Madrid. Incrustado entre jugadores adversarios, Zidane hizo dos regates al borde del área del Galaxy y tiró una doble pared con Owen. El inglés se limitó a colgar el cuadro en la pared.
Luego apareció Soldado, el chico del B, que se ha retratado en la gira como lo que es: un goleador. Jugó diez minutos ante el Chivas y marcó. Ante el Galaxy tuvo veinte minutos... y marcó. Ese es su oficio. Como prueba, el pasado curso anotó 21 goles con el filial.
Cerrado el rondo, la plantilla disfrutó de una cena junto a Tony Parker, el base francés de los Spurs de San Antonio, vigentes campeones de la NBA, y María Sharapova, la bella tenista rusa con la que todos quisieron hacerse una foto. Conseguido el póster con Sharapova, rumbo a Pekín, con 14 horas de vuelo por delante. Y un desfase horario de 15 horas. Es decir, el Madrid salió de Los Ángeles a la una de la madrugada del día 19 y aterrizará en la capital china a las seis de la madrugada, hora local, del día 20. Y con Figo en la expedición, aún confuso con su futuro.
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