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GREC 2005

El coreógrafo Toméo Vergès lanza una mirada crítica a la sociedad acomodada en su nuevo montaje, 'Joks'

El universo literario del escritor norteamericano Don DeLillo ha servido de inspiración al coreógrafo y actor Toméo Vergès para la creación de su último espectáculo, Joks. La pieza se inscribe en la fusión de géneros entre el teatro y la danza cultivada por Vergès al frente de su compañía, Man Drake. Aunque, según su creador, se trata de su espectáculo más teatral y en lugar de danza prefiere hablar de "fisicidad". En él se lanza una mirada crítica a la sociedad contemporánea al subrayar el vacío que se esconde tras el confort y el bienestar. El montaje se presentará en el teatro Ovidi Montllor entre hoy y el viernes, interpretado por Isabelle Boutrois, Eric Domeneghetty, Eric Grondin, Régine Westenhoeffer y el propio Vergès.

El salón de una vivienda de clase media-alta, decorado con muebles que la globalización ha convertido en intercambiables, sirve de escenario a la propuesta, que no tiene un argumento en el sentido convencional pero dista mucho de ser abstracta. La pieza presenta una reunión doméstica entre dos parejas de amigos que después de haber agotado los temas tópicos que alimentaban su conversación no saben ya qué decirse. Para sobrellevar la situación deciden jugar a una retahíla de juegos de mesa, también tópicos, "y cada vez más delirantes y absurdos", según Vergès, bajo la mirada incómoda del hijo adolescente de una de las parejas. El ritmo vertiginoso de la vida actual está representado en la obra mediante el espacio sonoro de Thomas Fernier, que reproduce los ruidos de la calle y no permite ni un solo momento de silencio.

En el espectáculo los juegos son un elemento metafórico, pues obligan a los participantes a desvelar qué es lo que les da seguridad en la vida. "Pero nunca llega a saberse si son realmente sinceros o si lo que dicen forma parte del juego", explica el coreógrafo. Vergès está convencido de que "para hablar de hoy en día deben derribarse las paredes que separan las artes". Por eso pide a sus potenciales espectadores que acudan a ver la representación "con la mente abierta". De cualquier modo, Vergès adelanta que en su próximo espectáculo, Pendre le temps ou perdre le temps, habrá mucha más danza.

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