El nuevo Reglamento del Congreso refuerza el control al Gobierno

El pacto entre el PSOE y el PP, anunciado ayer, para modificar el Reglamento del Congreso introduce importantes avances para la oposición en el control al Gobierno. La principal novedad, además de que se podrá interpelar al presidente del Ejecutivo, que hasta ahora sólo contestaba preguntas, consiste en introducir la figura del "debate de actualidad". Ambas posibilidades podrán ejercitarse una vez en cada periodo de sesiones.

Los grupos parlamentarios del PSOE y el PP han llegado a un acuerdo prácticamente definitivo sobre el contenido de la reforma del Reglamento del Congreso. El pacto, según insistió el portavoz popular, Eduardo Zaplana, se sustenta sobre la premisa de que cualquier cambio que quieran introducir los grupos minoritarios sobre lo ya pactado entre socialistas y populares exigirá "el acuerdo" de ambos grupos. Según Zaplana, esto es "básico y esencial" en el acuerdo logrado.

Jordi Vilajoana (CiU), vicepresidente segundo de la Cámara baja, manifestó un "rechazo frontal al acuerdo" porque supone "excluir" al resto de las formaciones políticas.

Tanto Zaplana como Alfredo Pérez Rubalcaba, en nombre del PSOE, que presentaron el acuerdo por separado en sendas ruedas de prensa, insistieron en que el pacto no es excluyente y, según este último, no tienen "voluntad de blindar este acuerdo sino de abrirlo" al resto de los grupos parlamentarios.

Sin embargo, ese principio de unidad entre ambos excluye, definitivamente, aunque ya era sabido desde hace meses, la posibilidad de que el Reglamento contemple el uso en el Congreso de lenguas distintas del castellano.

Zaplana pechó con la declaración que más desencuentro suscita entre los grupos nacionalistas y fue muy claro en este sentido: "Saben nuestra posición contraria, si para modificar algo es necesario el acuerdo entre PSOE y PP pues... verde y con asas".

El portavoz socialista agradeció el trabajo de los ponentes de ambos grupos que han trabajado para el acuerdo y mencionó expresamente a Vicente Martínez Pujalte (PP) y a Diego López Garrido (PSOE). Rubalcaba destacó que los acuerdos posibilitan un control del Gobierno "mucho más exhaustivo" que hasta ahora y subrayó que "el grupo mayoritario", el socialista, "es el que más ha cedido para darle más juego" a la oposición.

La mayor novedad consiste en la introducción de los "debates de actualidad", uno por cada periodo de sesiones, dos a lo largo de un año natural, que podrán celebrarse en Pleno y también en las comisiones de la Cámara.

Se incluye la figura de la interpelación al presidente del Gobierno, también una por cada periodo de sesiones. Hasta ahora el jefe del Ejecutivo sólo contestaba cada miércoles a las preguntas de la oposición. Los grupos con más de 50 diputados (PSOE y PP) podrán ejercer este derecho. El resto, sólo una vez a lo largo de cada legislatura. Además, el grupo que apoya al Gobierno, ahora el PSOE, renuncia a formular preguntas al presidente del Ejecutivo y reduce el cupo de las que pudiera dirigir a los ministros. Zaplana especificó que, de ocho o nueve en la actualidad, pasaran a poder hacer 13 o 14.

En algunos casos las preguntas podrán presentarse hasta 24 horas antes de ser contestadas. Fuentes próximas al presidente de la Cámara, Manuel Marín, impulsor de la reforma, dijeron, tras conocerse el pacto, que "bien está lo que bien acaba" y que hace votos por "un acuerdo serio y sólido".