James Stockdale, héroe de Vietnam y político independiente de EE UU
El vicealmirante James Stockdale, conocido héroe de la guerra de Vietnam y candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos junto al independiente Ross Perot en el año 1992, murió el pasado 5 de julio a los 81 años en Coronado (California).
Amante de la filosofía griega y en especial del estoicismo, Stockdale se hizo muy popular tras un debate electoral mantenido frente al demócrata Al Gore y el republicano Don Quayle el año en que Bill Clinton fue proclamado presidente.
"¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí?" fueron las dos preguntas con las que Stockdale abrió aquel encuentro entre aspirantes a la vicepresidencia y que, lejos de conseguir el efecto de crearse una imagen de filósofo e intelectual (ésas eran sus aspiraciones, según explicó después), le convirtieron en motivo de escarnio entre el público estadounidense. No obstante, Perot y él consiguieron en aquellas elecciones el 19% del voto popular, una de las mejores cifras jamás alcanzadas por un tercer candidato en unas presidenciales estadounidenses.
Su breve incursión en la política, donde se mantuvo hasta las elecciones pese a las opiniones contrarias de los asesores de Perot, le dio fama nacional, pero Stockdale ya era un hombre conocido en el entorno militar de su país, puesto que fue el oficial de mayor rango que cayó en manos del Vietcong durante la guerra de Vietnam, donde permaneció durante más de siete años como prisionero.
Su avión fue derribado en 1965 en el norte del país y, a partir de ese momento, la vida de Stockdale transcurrió entre cámaras de tortura y celdas de aislamiento, algo que le llevó incluso a intentar suicidarse "para demostrar a mis captores que estaba dispuesto a terminar con mi vida antes que a capitular", explicó cuando años más tarde recibió la Medalla de Honor de su país por méritos de guerra.
Durante los breves periodos en que estuvo confinado en celdas comunes, creó sistemas de organización y resistencia entre los soldados estadounidenses presos, que ayudaron a mantener la energía en esos difíciles momentos. Stockdale llegó a instaurar un sistema de comunicaciones basado en códigos de sonidos con el que los presos podían hablar entre ellos a través de las paredes.
"Organizamos una sociedad clandestina con nuestras propias leyes, tradiciones, costumbres y hasta héroes", escribió años más tarde. Entre los prisioneros que permanecieron confinados junto a él también estuvo John McCain, quien también se convirtió años más tarde en aspirante a la presidencia.
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