_
_
_
_
_
GOLF | Open Británico

La madre de Tiger, cerca del atentado

"Es como si fueran dos campos completamente distintos", dijo Tiger Woods, y uno podía pensar que se refería a las modificaciones en el viejo Old Course. Pero no. Al Tigre le había llamado la atención la dirección del viento. En 2000, cuando se impuso con facilidad, el viento venía desde la derecha, desde el interior. Ayer soplaba desde el mar. Eso, siendo como es el campo de Saint Andrews, cuyos recorridos de ida, hasta el hoyo 9, y de vuelta, hasta el 18, transcurren paralelos, cambia completamente "los hoyos difíciles", dijo.

En esta edición los peores son los últimos. En la anterior, los primeros. "Son dos campos de golf totalmente distintos". Sin embargo, de los cambios reales, los que afectan al metraje y a la estructura no dijo nada. Sí reveló, en cambio, la fortuna que tuvo su madre el día de los atentados de Londres -ayer se guardaron los dos minutos de silencio en memoria de las víctimas-. "Mi madre estaba en el edificio de enfrente cuando estalló la bomba en el autobús", relató el jugador. "Estoy muy agradecido de que mi madre esté todavía aquí, viva, podría haber sido muy fácil que todo se convirtiera en una tragedia personal para mí", concluyó. Su madre está ahora en Saint Andrews. El día de los atentados, el jugador no quiso decir qué se le había pasado por la cabeza y se limitó a mover los hombros: "Humm, humm".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_