Canal Sur

Lo bueno del Canal Sur es que no necesitas formarte una opinión tras escuchar la noticia. Te lo ponen lo suficientemente fácil como para que, antes de finalizar la misma, tengas claro de quien parte esta la verdad, la razón y las buenas costumbres. Sin duda, ha de ser una de las emisoras de televisión más rentables, te forma e informa por el mismo precio; cabe preguntarse si están de mas algunos de los centros educativos de la región.

Primer sábado de julio, día del orgullo gay, publicada en el BOE la ley que permite a los homosexuales adoptar menores al convertirse en cónyuges. De uno a dos millones de personas, según la locutora, se manifestaran en Madrid ante la alegría de la noticia (un millón más que en la del foro de la familia). Siguiente escena, medio centenar de personas reclamando que se consulte a la sociedad sobre los beneficios que se pretenden crear en su nombre, en algún lugar de Madrid, veinte segundos y, acto seguido, reportaje. La historia siempre ha ridiculizado a quienes se oponían al progreso, mensaje de fondo, que junto a una abstracta definición de lo que son los derechos civiles, comentan una sucesión de imágenes en las que se mezclan, el divorcio, los campos de concentración nazis, el voto de las mujeres y la necesidad de que la seguridad social se haga cargo de cambiarle el sexo a todo el que lo necesite.

Moraleja, si dejásemos el poder en manos de ese foro de la familia aun estaríamos en la Edad Media. Estos obreros de tan insigne expediente en pedagogía de la información, al igual que confunden la formación con la información, lo hacen con los derechos de los ciudadanos y los deberes de la sociedad. La adopción no es un derecho de los ciudadanos, sino un deber de la sociedad para con los ciudadanos, es decir, la sociedad ha de procurar un familia a los menores desamparados, cosa distinta es la de proporcionar menores a las parejas desamparadas. Si olvidamos esto estaremos convirtiendo a los menores en un simple mercancía, en una moneda de cambio. No se puede instaurar la igualdad derogando la diferencia.