Consternación en Silverstone

Habían pasado muy pocas horas desde el múltiple atentado sufrido ayer en Londres, cuando los pilotos de fórmula 1 comenzaron a llegar al circuito de Silverstone, donde el próximo domingo va a disputarse la undécima carrera del Campeonato del Mundo. En el aeropuerto de Heathrow se notaba bastante ajetreo y las largas colas en espera de taxis y los nervios delataban que algo estaba ocurriendo. Las entradas a Londres estaban totalmente colapsadas y fueron cerradas incluso durante muchas horas. Sin embargo, en las autopistas que rodeaban la ciudad en dirección hacia el norte se circulaba con relativa normalidad. "Hoy es un día muy triste para todos", aseguró Fernando Alonso, al poco rato de reunirse con sus ingenieros para preparar el Renault.

En Silverstone había poca alegría. La jornada del jueves, siempre tan relajada, reunió ante los televisores del paddock a pilotos, técnicos y trabajadores de los equipos. Todo el mundo pendiente de cada noticia y de todas las novedades que se iban produciendo. Sin embargo, había un criterio generalizado: "La carrera debe disputarse". Fue el comentario general entre los pilotos. "Estamos muy afectados, y creo que hablo en nombre de todos", afirmó Jenson Button, uno de los dos pilotos británicos -el otro es el escocés David Coulthard- que compiten en el Mundial. "Mi corazón está con todas las familias de las víctimas. Hemos iniciado muy mal el fin de semana, de una forma muy triste, pero intentaremos dar el mejor espectáculo posible en la pista".

"En España sabemos lo que es esto", agregó Alonso, que lidera el Mundial con 24 puntos de ventaja sobre Kimi Raikkonen y con 29 sobre Michael Schumacher. "Hemos vivido muchos días como éste. Es muy desagradable levantarse y ver por la televisión este tipo de noticias. Son cosas increíbles. No sabes cómo pueden suceder". Tanto Alonso como Button y varios pilotos más se pronunciaron, sin embargo, abiertamente en el sentido de que la carrera del domingo no podía suspenderse. "Hay muchos millones de espectadores en todo el mundo que están pendientes de nosotros y eso no puede pararse", comentó el piloto asturiano, de 23 años. "Tanto la F-1 como el deporte en general debe estar por encima de aquellos que sólo buscan montar líos", concluyó.

Los atentados de Londres han obligado a los organizadores a multiplicar las medidas de seguridad. "Estamos en condiciones de afirmar que hemos tomado todas las precauciones necesarias para garantizar la seguridad tanto de los pilotos como de cada uno de los espectadores", apuntaron en un comunicado los responsables de Silverstone Circuits Limited, la empresa propietaria del trazado británico. "Nuestro plan de seguridad ha sido realizado de acuerdo con la Policía y otras agencias. Para nosotros es fundamental que el fin de semana pueda desarrollarse con toda normalidad", agregó Dan Leach, responsable de seguridad. Las previsiones señalan que Silverstone registrará una entrada de unos 100.000 espectadores.

Ayer, el propio Fernando Alonso sufrió las consecuencias de los controles establecidos para entrar en el circuito. Se desplazó en su coche particular -su domicilio de Oxford está a unos 40 kilómetros-, y los agentes de la policía le obligaron a mostrar todo lo que llevaba en el maletero. "Incluso me gustó que lo hicieran", confesó el español. "Eso demuestra que los sistemas de seguridad funcionan". Hoy el circuito se abre al público.