Patrimonio turístico del Príncipe de Gales
Los habitantes de las idílicas islas escocesas de Scilly están indignados con el príncipe Carlos de Inglaterra por su decisión de alquilar por primera vez y a precios prohibitivos algunas de sus propiedades en ese archipiélago. Durante casi setecientos años, los habitantes de esas islas han jurado lealtad a la corona, pero desde el pasado fin de semana muchos de ellos apenas logran contener su ira por la decisión del príncipe de Gales de añadir a su costa más beneficios a los 18 millones de euros de renta anual que le proporciona el ducado de Cornualles. Según señala la prensa británica, los administradores del ducado han renovado una casita utilizada tradicionalmente por los maestros de escuela de St Mary's, la mayor de las islas del archipiélago, y la han puesto en alquiler a cerca de 2.000 euros a la semana. Aparentemente por recomendación personal de Carlos, el ducado ha empleado a Annabel Elliot, hermana de su esposa, Camilla, y a un decorador de interiores para esa reforma. Mike Brown, presidente de la Asociación de Inquilinos del ducado, manifestó a la prensa su horror por la decisión de remozar la casa y alquilarla a un precio tan alto que ningún habitante de las islas podrá costear. "Sienta un peligroso precedente cuando tenemos una gran escasez de casas en la isla", denunció Brown. A través de su ducado, Carlos de Inglaterra es propietario de toda la tierra de las otras islas habitadas del archipiélago como St. Martin's, St. Agnes y Bryher. En algunas de estas últimas reina también el malestar con el príncipe, según el periódico, porque el ducado ha decidido renovar también algunas casas y sacarlas al mercado de alquiler a precios que en ningún caso podrá permitirse una familia local.-
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