La Escuela de la Ópera de Pekín revive la magia de las leyendas milenarias
El Grec acoge una miscelánea de escenas de obras del repertorio clásico en tres funciones
El Mercat de les Flors se impregnó anoche del alma china. El teatro barcelonés -y dentro del programa del Grec- acogió el primero de los tres espectáculos que la prestigiosa Escuela de la Ópera de Pekín ofrecerá alternativamente hasta el domingo. Una treintena de alumnos del centro, de 11 a 16 años, compusieron una miscelánea de escenas del repertorio clásico de este género milenario cuyas historias beben de mágicas leyendas ancestrales.
La Ópera de Pekín, o jingju en mandarín, no tiene absolutamente nada que ver con la ópera en la acepción occidental. Se trata de una suerte de teatro total que se nutre de las formas más arcaicas del teatro chino. Mezcla canto, baile, acrobacias, mimo, pantomima, artes marciales, música... Y recurre a los argumentos de su rica mitología, plagada de dragones, princesas, emperadores, hadas, concubinas, monjes y bufones, entre otros personajes fantásticos. Un género que, presentado en su formato convencional, resulta, según Borja Sitjà, director del Grec, "difícil de entender, bellísimo, pero bastante complicado para nosotros".
Precisamente, con la intención de aligerarlo y difundirlo en Europa, el Grec y la Maison de la Culture de Bobigny (París) -que presentó los espectáculos a principios de este año- decidieron coproducir este singular proyecto. La particularidad del mismo radica en que los jóvenes, pero experimentados, actores -la disciplina en la escuela del barrio de Fengtai es férrea- no representan una pieza completa, sino que su trabajo se desarrolla en dos partes.
En la primera, sobre el escenario, se recrea el proceso de aprendizaje. El espectador puede ver las expresiones de maestros y pupilos sin los artificios del recargado vestuario y del maravilloso maquillaje, con los que los contemplarán en la segunda parte, en la que interpretan diversas escenas del repertorio.
Anoche, fue el turno, por ejemplo, de dos joyas del mismo: Adiós a mi concubina y El rey de los monos. La directora de la escuela, Sun Yumin, comparó acertadamente el montaje con la elaboración de la comida china, "algo que ustedes, los occidentales", dijo, "conocen bien". "Nosotros enseñamos al público, primero, cómo se cocina un plato, y luego, una vez salseado, se lo presentamos para que lo deguste".
Babelia
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