La Caixa reducirá su participación en Endesa a un 2%, pero no renuncia a sus planes energéticos
La participación de La Caixa en Endesa, hasta ahora de un 5%, se reducirá en los próximos días hasta el 2,03%, según comunicó ayer la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Fuentes de la caja afirmaron que este repliegue en el capital de la primera eléctrica española "no se debe a una venta premeditada", sino al hecho de que los inversores que en 2003 acudieron a una emisión de bonos canjeables por acciones de Endesa lanzada por La Caixa "han solicitado en los últimos días cambiar sus bonos por títulos de la eléctrica, debido a su revalorización".
Cuando estos inversores acudieron hace dos años a la emisión de bonos, que no vence hasta 2006, las acciones de Endesa cotizaban en torno a los 14 euros cada una. La Caixa les ofreció bonos con un precio canjeable de 16 euros. Ayer, cada título de Endesa valía 19,03 euros. Desde 2003, nunca habían estado tan arriba. De ahí el interés de los tenedores de bonos. Aunque faltan meses hasta que venza la emisión, los inversores tenían y siguen teniendo derecho a canjear sus bonos "en cualquier momento". Hasta ahora, ninguno lo había pedido.
Los inversores institucionales extranjeros que piden el canje (ninguno de ellos tiene más de un 0,1% del capital) hasta hacerse con un 2,97% de Endesa -paquete que ayer, al cierre del mercado, valía 597,84 millones de euros- ya pagaron en su día a La Caixa. En total, en 2003 la caja obtuvo ya por anticipado un total de 847,6 millones de euros. La entidad obtuvo así liquidez, con un coste anual efectivo del 0,25%. Por ahora, la caja estima las plusvalías obtenidas en 12 millones.
Las explicaciones oficiales de La Caixa, que describen la reducción de su participación en Endesa como una "operación aséptica, automática, que no prejuzga nuestros planes futuros con Endesa ni en el sector energético", no han sido, sin embargo, leídos en esta clave en el mercado.
En primer lugar, porque, ante la solicitud de canje de un inversor, La Caixa tenía la última palabra sobre si entregaba acciones a cambio de los bonos o sobre si, por el contrario, pagaba al inversor con dinero y se guardaba así las acciones. La caja ha decidido no pagar con dinero, sino entregar acciones. Argumenta que, "si los inversores piden el canje, no tiene mucho sentido aferrarse rabiosamente al 5% sin saber todavía cuál será el marco regulatorio del sector energético que acabe dibujando el Gobierno", incompatibilidades incluidas. Está a la espera del Libro Blanco del sector.
"No cambia nada tener un 5% o un 2%, mañana podríamos comprar otro 5%", insiste la caja. Pero le saldría más caro. La escalada de la cotización de Endesa encarece las acciones de la eléctrica en caso de que La Caixa deseara aumentar de nuevo su participación en el grupo que preside Manuel Pizarro.
La entidad planeó seriamente en 2004, tras el cambio de Gobierno, crear un conglomerado industrial en el que integraría Gas Natural y Agbar, junto con una eléctrica. Tras la unión fracasada de la gasista e Iberdrola en 2003, su opción era Endesa, y existieron conversaciones al más alto nivel entre ambas. Algunos analistas interpretaban ayer el canje de acciones como un enfriamiento de los planes con Endesa y reabrían el baile de nombres, empezando por Fenosa.
En estas interpretaciones también juega la apuesta de Caja Madrid por Endesa, en la que ha pasado a controlar un 9%. La Caixa, que ha informado al Gobierno y al Banco de España de su repliegue, pidió oficiosamente acceder al Consejo de la eléctrica y pasó a considerar estratégica su participación en la misma. Pero, pese a lograr un consejero afín, se ha estrellado contra las incompatibilidades (controla también Gas Natural y Repsol) fijadas por el regulador (CNE) y los estatutos de Endesa.
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