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Reportaje:

Raikkonen rompe la máquina

El finlandés tendrá que cambiar el motor y será penalizado con 10 puestos en la parrilla de salida del GP de Francia de F-1

Robert Álvarez

Los primeros entrenamientos del Gran Premio de Francia de Fórmula 1, en Magny-Cours, se saldaron con la rotura del motor del McLaren-Mercedes de Kimi Raikkonen. El finlandés lo estrenaba y le duró 12 vueltas. Así que tendrá que cambiarlo, lo que le supondrá una penalización de diez puestos en la parrilla de salida. "Me sorprende lo que ha sucedido", comentó Pedro Martínez de la Rosa, probador de la escudería y el que marcó ayer el mejor tiempo; "el motor había sido fiable en las pruebas. Se trata de un problema muy raro. Todavía no sabemos exactamente por qué ha sucedido. Salir desde tan atrás castigará mucho a Raikkonen".

Por contra, Fernando Alonso, el líder del Campeonato del Mundo, con 25 puntos de ventaja sobre Raikkonen, se mostró muy satisfecho al lograr el segundo mejor registro: "En Indianápolis tuvimos muchos problemas con los reglajes, pero aquí todo ha ido bien y soy optimista. No me alegro de las desgracias de los demás. Pese a todo, McLaren luchará por el podio, aunque para Kimi será difícil remontar".

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Aceleraciones aparte, el ruido de la cita estadounidense prosigue en Magny-Cours. El fiasco de la carrera anterior, en la que sólo participaron seis pilotos, sigue siendo motivo de reproches entre las escuderías, la Federación Internacional (FIA) y la marca de neumáticos Michelin. Los pilotos desean centrarse en la prueba de mañana, pero es evidente el deterioro de las relaciones ya de por sí tirantes entre Ferrari, suministrada por Bridgestone, y las siete firmas de Michelin, entre las que figuran Renault y McLaren.

Varios pilotos, entre ellos Alonso, están molestos con Michael Schumacher. El alemán acusó a Renault de impulsar la carta que firmaron 19 expresando su apoyo a las escuderías que decidieron no participar en Indianápolis en aras de la seguridad. Ante ello, los pilotos se reunieron ayer con el fin de aclarar conceptos. El encuentro fue tenso. Alonso manifestó: "Se trata de saber qué pasó en Indianápolis y de dónde se sacó Michael que la carta que firmamos fue instigada por Renault". Schumacher había comentado previamente que él ni siquiera fue informado de la existencia del escrito y que, en cualquier caso, tampoco lo habría suscrito porque, desde su punto de vista, nada de cuanto sucedió concernía a la seguridad de los pilotos.

También se reunieron ayer en Magny-Cours los responsables de las escuderías. Reafirmaron que bajo ningún concepto pudieron participar en Indianápolis debido a la falta de garantías de seguridad que les dio Michelin. Recordaron la prueba fehaciente del espectacular accidente que sufrió Ralf Schumacher tras estallarle uno de los neumáticos de su Toyota. La novedad de este nuevo encuentro es que el patrón de la fórmula 1, Bernie Ecclestone, dijo entender la decisión de los equipos de no competir.

Las chispas que saltan entre los pilotos y las escuderías también se producen en otros ámbitos. William Bock, uno de los abogados que tramitan las denuncias de los espectadores de Indianápolis, que reclaman indemnizaciones por daños y perjuicios, considera que "es insuficiente señalar con el dedo a Michelin y asunto arreglado".

El fabricante de neumáticos francés ha decidido reembolsar el dinero que pagaron los aficionados y regalar 20.000 entradas entre quienes acudan al Gran Premio de Estados Unidos del próximo año. La prensa evalúa en unos 10 millones de euros el coste que ello le supondrá a Michelin, que continúa investigando los motivos por los que no pudo garantizar que sus neumáticos no estallaran en una de las curvas peraltadas de Indianápolis. Una de las últimas hipótesis que baraja es que se debió a una falta de adaptación de las gomas con la aerodinámica de los coches.

El lavado de imagen de Michelin tampoco ha dejado satisfecho al presidente de la FIA. Max Mosley considera insuficiente la medida adoptada por la marca francesa, radicada en Clermont-Ferrand, a tan sólo 150 kilómetros de Magny-Cours. Mosley exige al primer fabricante de neumáticos que indemnice a todas las partes, para lo cual calcula que debería pagar unos 30 millones de libras.

La prensa anglosajona expresa el deseo de olvidar el fiasco de Indianápolis haciendo un juego de palabras con Nevers, la ciudad más próxima a Magny-Cours: "Never again" ("nunca más"). Pero, por si no hubiera problemas, grupos ecologistas franceses amenazan con colapsar mañana los accesos al circuito.

Kimi Raikkonen se echa las manos a la cabeza tras su percance.
Kimi Raikkonen se echa las manos a la cabeza tras su percance.REUTERS

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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