El festival de Itálica, dividido en tres sedes, arranca con un estreno del Ballet Víctor Ullate

Itálica, Festival Internacional de Danza comenzó anoche en Tomares con el estreno de Go up del Ballet de Víctor Ullate, una coreografía encargada por el festival e inspirada en Brasil, país invitado en esta edición. Itálica, organizado por la Diputación de Sevilla, se desarrollará por primera vez en tres escenarios en Alcalá de Guadaíra, Sevilla y Tomares. "A pesar de la belleza de los tres enclaves, todos esperamos volver al anfiteatro de Itálica, donde nació el festival en 1988", apunta su director, Juan Antonio Maesso. Durante julio podrán verse 26 espectáculos con los estrenos de los brasileños Quasar, Membros y 1º Ato, la francesa Julie Dossavi, la marroquí Anania y la tunecina Selma & Sofiane Ouissi.

"El festival de Itálica tiene su público y lo seguiremos celebrando allí dónde se pueda aunque todo el equipo, además del presidente de la Diputación y la responsable de Cultura, estamos deseando volver al anfiteatro de Itálica", aseguró ayer Juan Antonio Maesso, director artístico del festival desde su nacimiento en 1988. El festival, que salió de la ciudad romana de Itálica (Santiponce) tras la Exposición Universal de 1992, no ha tenido una sede fija desde entonces y en 2001 cambió su periodicidad anual por bienal. Diputación está a la espera de que la Consejería de Cultura finalice los trabajos de consolidación del anfiteatro romano de Itálica, para recuperar su antigua sede aunque aún no se ha fijado una fecha definitiva.

La Hacienda de Santa Ana en Tomares, con capacidad para 540 espectadores, abrió ayer el festival con el Ballet de Víctor Ullate que actuará esta noche con el mismo programa en el Castillo de Alcalá de Guadaíra (600 butacas) y el día 17 en el Patio de la Montería del Real Alcázar (500 butacas), en Sevilla.

"Le pedimos a Víctor Ullate que creara algo especial para esta edición y nos ha sorprendido con Go up, una coreografía de Eduardo Lao que mezcla los ritmos tradicionales brasileños con el lenguaje de la danza neoclásica", comenta Maesso. El ballet madrileño ofrecerá también Eis blume, de Pedro Berdäyes, y Seguiriya, una obra con coreografía de Ullate y música de Luis Delgado que sintetiza la danza clásica, la contemporánea y el flamenco. Un estilo que el mismo Ullate califica de "la esencia de la compañía".

La programación continuará mañana en Tomares con Tronío, un montaje que la bailaora Manuela Carrasco estrenó en la Bienal de Flamenco de Sevilla. "Brasil está representado con compañías que parten de músicas y danzas tradicionales para llevarlas al campo de la danza contemporánea, algo que hace muy bien Quasar en su pieza Coreografía para ouvir o Membros, una compañía nacida en un barrio muy pobre y cuyos miembros han salido de la miseria gracias a la danza", explica el director del encuentro.

Membros ofrecerá una función muy especial el día 5 en el Centro Penitenciario de Mujeres de Alcalá, donde interpretarán Meio-feio, un retrato cruel de Brasil, país que sobrevive a una desigualdad muy fuerte, a base de las músicas de la calle. El grupo, que dirige Paulo Azevedo, protagonizará también un encuentro con el Grupo Redes, surgido de otro barrio marginal, el Polígono Sur de Sevilla, el día 8 en el Real Alcázar.

"Redes hará parte de su montaje Tres Mil vuelos y Membros, otro tanto; pero después habrá un espacio para la fusión y la improvisación", adelanta Maesso.

Además de Brasil, el encuentro de este año apuesta por el Mediterráneo con la compañía marroquí Anania, que el día 6 ofrecerá en Tomares Coeur sans corp de Taoufiq Izzadiou, y con Selma & Sofiane Ouissi, de Túnez, que el día 7 representará una obra contra la guerra de Iraq titulada Stop... boom.