Los Glazer, recibidos con barricadas
Los nuevos dueños del Manchester visitan su estadio protegidos por la policía
"¡Muere, Glazer, muere!". Joel, Avi y Bryan Glazer, los tres hijos del millonario estadounidense Malcolm Glazer, que compró el Manchester United inglés en mayo, visitaron ayer el estadio de su nuevo equipo entre gritos, insultos, barricadas y cargas policiales.
En una visita relámpago a Inglaterra, la primera desde que su padre compró el club, los hermanos Glazer se reunieron con representantes de la Federación Inglesa de Fútbol, de la Premier y del gobierno. Luego se dirigieron por primera vez al estadio de Old Trafford, el mítico teatro de los sueños del Manchester, e hicieron varias compras en la tienda del club antes de grabar una entrevista para el canal del equipo. En medio, estalló el caos.
Parapetados tras vallas y cajas, utilizando hasta conos de señalización y cubos de basura para aumentar el volumen de sus defensas, unos 300 seguidores del Manchester United esperaban a los tres directivos del equipo, nombrados recientemente para el cargo por su padre. Su objetivo: protestar contra la llegada de los Glazer al club y contra el supuesto aumento del precio de las entradas al campo para la próxima temporada. "Había barricadas a lo largo de la calle", explicó Colin Henry, miembro de la Asociación Independiente de seguidores del Manchester United. "Pero la gente sólo estaba cantando y esperando tranquilamente", añadió antes de quejarse de los golpes propinados por la policía, que cargó con más de 100 agentes sobre los seguidores del Manchester United, siempre según Henry. "Levantamos las barricadas y nos sentamos frente a ellas cuando los Glazer se empezaron a mover", contó a la BBC. "Entonces la policía, sin aviso previo, sin darnos órdenes para disolvernos, cargó contra nosotros y nos golpeó con sus porras", explicó.
La policía, por su parte, no negó los incidentes: "Nos desplazamos hasta Old Trafford porque nos informaron de que había seguidores del Manchester alrededor del estadio", explicó una portavoz de la policía de la ciudad. "Para asegurarnos de que su protesta contra los Glazer fuera pacífica, mandamos varias patrullas y agentes con perros", añadió. Desde que se hicieron con el control absoluto del club, los Glazer no han dejado de recibir todo tipo de amenazas.
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