Detenida una mujer sospechosa de la muerte de su bebé a golpes
La policía está a la espera de que la autopsia confirme las sospechas
Una vecina del distrito de Chamberí, Vanessa A. A., de 27 años, ha sido detenida por la policía por el supuesto homicidio de su tercer hijo, Diego A. A., de cuatro meses. El pequeño ingresó cadáver el lunes por la tarde en el servicio de urgencias del hospital Gregorio Marañón, donde los médicos apreciaron golpes en la cabeza. La policía está a la espera de que la autopsia, que será practicada hoy, confirme las sospechas.
Los hechos que investiga la policía se produjeron a primera hora de la tarde en el parque de Eva Duarte de Perón, en la confluencia de las calles de José Ortega y Gasset y Francisco Silvela (distrito de Salamanca). La madre avisó a través del teléfono de emergencias 112 que su hijo de cuatro meses acababa de sufrir un accidente. Las explicaciones que dio la madre eran que el pequeño estaba inconsciente. Los facultativos de una ambulancia del Samur-Protección Civil llegaron a las 15.48 al lugar y se encontraron al pequeño en parada cardiorrespiratoria, de la que lograron reanimarle. Pero el pequeño ingresó ya muerto a las 16.15 en el hospital Gregorio Marañón.
Los médicos comprobaron que el pequeño presentaba al menos dos importantes heridas en la cabeza: una en un oído y la otra en la mejilla. Por ello, decidieron avisar a la policía. Los agentes del Grupo VI de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid que se encargan de las investigaciones procedieron a detener a la mujer, acusada de un delito de homicidio.
La mujer, según fuentes policiales, señaló que el pequeño se había producido las heridas al caerse de la cama mientras dormía. Una vecina le vio la mañana en que murió y tenía todo el ojo rojo, además de las lesiones que le apreciaron los médicos. "La madre me lo justificó diciendo que se había metido el dedo en el ojo; pero yo no me lo creí", explicó esta conocida.
Vanessa A. A. está soltera y tiene otros dos hijos, de siete y dos años y medio, respectivamente. No trabaja. Vive con su madre, Angelines, de 57 años, que es ayudante de cocina de una empresa de comidas preparadas.
La policía también está investigando a Francisco, el actual compañero sentimental de la detenida, con el que lleva unos cuatro meses. Es un hombre separado que convive con su madre y con su hijo. Según la madre de Vanessa, este hombre le ha cambiado el carácter a Vanessa y le ha hecho que actúe de forma diferente.
"Yo creo que mi hija no lo ha hecho. La policía me ha dicho que mi nieto había sufrido una paliza y que alguien se había ensañado con la criatura. Mi hija no es de ese tipo de personas porque tiene pasión por sus hijos", afirma la madre. Ésta no descarta que la nueva pareja sentimental de su hija haya sido la causante de la agresión al pequeño Diego. "Yo he criado a siete niños [tres hijas suyas y cuatro sobrinos, tras la muerte de su hermana] y, desde luego, han sufrido accidentes, como todos los niños, pero ninguno que le haya costado la vida. No hago más que darle vueltas a la cabeza", se queja.
Angelines se marchó a su pueblo, en la provincia de Toledo, el pasado domingo por la tarde, junto con una nieta de dos años y medio. Diego, que no sufría ninguna lesión, se quedó con su madre y su otro hermanito. "Alguien tuvo que estar en mi casa, porque había una botella de whisky llena y, cuando llegué el martes por la tarde, a la botella le faltaban cuatro dedos como mínimo. Y mi hija no bebe", afirma la madre de la detenida.
Por eso, Angelines cree que el novio de su hija estuvo en casa y que, tras beberse el whisky, pudo golpear al bebé y causarle heridas mortales que le costaron la vida a las pocas horas. "Se lo dije varias veces: 'Deja a ese hombre, que te va a traer muchos problemas'. Pero no me hizo caso... y mire lo que ha pasado", se lamenta. "Pero yo no entiendo nada. No entiendo que si fue este hombre el que le hizo algo al niño, ¿por qué le defiende mi hija? Si no me hubiera ido el domingo al pueblo, mi nieto aún estaría vivo", añade.
Demasiadas incógnitas
Vanessa permanecía detenida ayer y pendiente de prestar declaración, según explicó su madre. La policía estaba a la espera de conocer el resultado de la autopsia. El informe forense puede determinar si el pequeño sufre más lesiones internas y cómo se produjo las heridas que le costaron la vida. "Lo que no logro entender es qué hacía mi hija en el parque del barrio de Salamanca, cuando ella siempre salía de paseo con los niños por la zona de Raimundo Fernández Villaverde. Tampoco sé si fue a ver a alguien. Hay muchas preguntas en el aire y nadie me da ninguna respuesta", se queja Angelines, que no ha podido hablar con su hija desde que fue detenida.
"Vanessa es muy débil"
"Como mi hija entre en prisión, no sale de allí. Es muy débil y seguro que le pasa algo". Con esas duras palabras y con lágrimas en los ojos, Angelines se refiere a la acusación de homicidio que pesa sobre su hija, Vanessa, de 27 años. "Tengo un mal presentimiento, una mala corazonada de que algo malo va a pasar", apostilla a renglón seguido.
Angelines centra sus esfuerzos en que la policía no le quite a sus dos nietos, de siete y dos años y medio. "Pienso llevármelos al pueblo, si es necesario, para que se queden conmigo. Me tendrán que detener para llevárselos", añade.
El duro trago que está pasando la madre sólo es comparable al del hijo mayor de la detenida. Con tan sólo siete años, no cesa de preguntar qué le ha pasado a su hermano menor, Diego, de cuatro meses, y por qué su madre está detenida. "No sé cómo acabará esto, porque es un niño que ya sufre problemas y está siendo visto por un psicólogo. Esto ha marcado un antes y un después", concluye Angelines.
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