El Barça rompe con su imagen

El Barcelona reveló ayer el secreto que guardaba un camión blindado que durante dos semanas se ha paseado por las calles de la capital catalana. Entre las paredes del furgón de seguridad, como si de una película se tratara, el club azulgrana custodiaba los uniformes que el equipo lucirá la próxima temporada. Hasta ayer sólo un puñado de privilegiados había tenido acceso a la tan bien protegida vestimenta: aquellos aficionados que, movidos por la curiosidad, habían accedido a firmar un pacto de confidencialidad para conocer el misterio.

Lo que habían visto ese grupo es una indumentaria que deja atrás la imagen más tradicional y apuesta por un look más moderno, rompedor y catalanista. El Barça dice adiós al pantalón azul que durante años ha caracterizado su equipamiento y pasará a lucir uno de color grana que ha causado sorpresa y cierta controversia.

No a todos los seguidores del Barça les gusta esta nueva propuesta, realizada por Nike, la marca que viste al equipo, y aprobada mayoritariamente por la junta directiva. "Ser innovador siempre tiene sus riesgos", admitió el presidente, Joan Laporta, "y puede que innovar no sea siempre una virtud, pero hasta ahora no nos ha ido demasiado mal así".

El nuevo uniforme incorpora además dos pequeñas senyeres, una en la parte posterior del cuello de la camiseta -mantiene los colores azulgrana, aunque, con un aire retro, recuerda a modelos más antiguos- y otra en el lado izquierdo del pantalón. Esta innovación, anunciada ya hace semanas, es una muestra más de la línea catalanista que la directiva presidida por Laporta pretende imprimir al club.

Mejor recibido en general y también con las senyeres, el segundo uniforme rompe por completo con el anterior y apuesta por un amarillo eléctrico -parecido al pistacho-, llamativo y muy visible en la camiseta y por el tradicional azul en el pantalón.

Perfectamente equipado para el próximo curso, el Barça carece, sin embargo, de patrocinador. Laporta admitió ayer que el 1 de julio la camiseta no contará con publicidad. "Las cosas van al ritmo que tienen que ir", dijo tras aludir de nuevo a la claúsula de confidencialidad que mantienen con el Gobierno chino en las negociaciones para que se convierta en el nuevo sponsor azulgrana. "El 1 de julio no tendremos patrocinador ni publicidad en la camiseta", afirmó el dirigente; "si después viene, los socios lo entenderán".

Nueva dimisión

La junta directiva aceptó ayer la dimisión de Xavier Faus. Quinto directivo que dimite en este mes -antes lo hicieron Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu, Jordi Monés y Jordi Moix-, Faus abandona el Barça por motivos "personales y profesionales". Empresario hotelero, ha querido desmarcarse de los anteriores dimisionarios, pese a que en los últimos tiempos se había distanciado de la política de Laporta.

Faus manifestó su malestar cuando, sorpresivamente, fue relegado de las negociaciones que el Barça mantenía con el Gobierno chino por el nuevo contrato publicitario. Su lugar lo ocuparon entonces los vicepresidentes Marc Ingla y Ferran Soriano. La figura de este último, en tanto que responsable de las finanzas del club, se ha agigantado con unas dimisiones que han dejado a la junta con tan sólo 12 directivos.

Tal y como indican sus estatutos, el Barça deberá cubrir ahora, al menos, dos de las plazas vacantes tras las cinco dimisiones.