Del Hércules al Liverpool

El Liverpool sigue de pesca en la Liga española. Esta vez, sin embargo, el elegido no es el entrenador campeón de Liga, ni ninguno de los jugadores más cotizados del torneo. Ni siquiera un joven canterano. El próximo huésped español de Anfield se llama Enrique Sanz, tiene 25 años, y hace sólo dos días celebraba con el Hércules al ascenso de Segunda B a Segunda A... como preparador físico.

Sanz recibió hace un mes una llamada telefónica que le ha cambiado la vida. Con él hablaron, desde Liverpool, Rafa Benítez y Pako Aiestaran, técnico y preparador de los reds. José Manuel Otxotorena, entrenador de porteros, les había hablado de un joven valenciano que podía ayudarles. "Me bombardearon a preguntas y al día siguiente me propusieron incorporarme. Les dije que no podía decidir ya porque estaba en plena competición, pero la semana pasada me dijeron que tenía que elegir", explicaba ayer Sanz minutos antes de coger un vuelo a Liverpool.

El campeón de Europa le ha hecho una oferta "irrechazable" por dos temporadas, con opción a otras dos. Su labor será la de ayudar a Aiestaran en la preparación del primer equipo -"me dijo que me necesitaba, está desbordado por la faena", cuenta Enrique- y a Paco Herrera con el conjunto reserva. "Ha sido todo muy rápido. Estoy en una nube, viviendo un sueño", reconoce Enrique, licenciado en Educación Física y que prepara su doctorado. Cuando terminó su carrera, hace dos años, el técnico José Carlos Granero le contrató como preparador físico del Nàstic de Tarragona, y el pasado verano se lo llevó al Hércules. Durante sus estudios, Enrique entabló amistad con Otxotorena, con quien ha impartido alguna charla.

El joven preparador responde al perfil de Benítez y Aiestaran, gente muy preocupada por el trabajo con las últimas tecnologías y por el estudio de todo tipo de datos. En Alicante, era habitual verle con el ordenador bajo el brazo y un paquete de vídeos sobre jugadores en el otro. Él mismo se declara un seguidor de los métodos de los ex técnicos del Valencia. "Su grupo de trabajo es buenísimo, son los mejores de Europa. Para mí será como hacer un master. Nuestra forma de trabajar es muy similar, congeniamos enseguida al hablar. Usan mucho la tecnología. Es un trabajo muy duro, con mucho control de cargas y análisis fisiológicos", explica.

La directiva del Hércules ha facilitado la marcha de Enrique, con contrato en vigor, a pesar de los intentos del entrenador, Juan Carlos Mandiá, por retenerle. Sus padres, jubilados ambos y que viven en Canals, a 64 kilómetros de Valencia, se hacen a la idea de que su hijo mediano, el segundo de tres hermanos, vuele a Liverpool. Ayer ya se reunió con Benítez y Aiestaran. Hoy empieza a trabajar.