Hewitt: "Es un español distinto"

Tapado por muchos otros nombres, el australiano Lleyton Hewitt se va abriendo paso en Wimbledon. Parece mentira, porque su palmarés es lo suficientemente brillante para que se le tenga en cuenta, pero es uno de los tenistas que han pasado más inadvertidos hasta ahora en la catedral. La fuerza con que llegaron Roger Federer, Andy Roddick, Marat Safin y Rafael Nadal parecieron eclipsarle. Incluso los organizadores le relegaron a tercer cabeza de serie cuando le correspondía ser el segundo por su posición en el ránking. Ahora, mientras algunos están ya fuera del cuadro, Hewitt sigue ahí, más fuerte que nunca y dispuesto a pasar su rodillo por encima de Feliciano López en los cuartos.

Hewitt fue campeón del Open de Estados Unidos en 2001 y de Wimbledon en 2002. Y se mantuvo 75 semanas como el número uno, entre noviembre de 2001 y abril de 2003. Pero entonces pareció cansado de tanto tenis y ese año sólo jugó 13 torneos. Entre la falta de motivación y las lesiones, cayó hasta el 16º puesto. Pero, a finales de 2004, jugó de nuevo la final norteamericana y pareció reordenar su vida: rompió con su novia, la jugadora belga Kim Clijsters, poco después de anunciar su boda y se unió sentimentalmente a otra mujer. Este curso lo inició perdiendo la final del Open de su país ante Safin. Luego, fue operado de un quiste en el pie derecho y se rompió dos costillas en un accidente doméstico. Estuvo parado desde marzo hasta junio. Regresó en Queen's. Y ayer derrotó en cuatro mangas al estadounidense Taylor Dent, un gran sacador, como López.

¿Un mal augurio para el español? Tal vez, pero el propio Hewitt asegura que teme a López: "Es muy peligroso en estas pistas. Su saque y su drive son sus mejores golpes y posee un buen revés cortado. Se mueve bien a pesar de su estatura. Es distinto a los otros españoles. Ganarle será difícil".