Tres detenidos con 4,5 toneladas de hachís en la costa de Huelva
La Guardia Civil y Vigilancia Aduanera han detenido a tres personas con 4,5 toneladas de hachís en la costa onubense, según informó ayer el instituto armado en un comunicado. La operación se desarrolló en colaboración con la Policía Judiciaria portuguesa.
La operación, denominada Crucero, se desarrolló del 21 al 23 de junio, y tenía por objeto impedir la entrada de posibles alijos de hachís por los costas onubenses y por el Algarve portugués. Como consecuencia del dispositivo establecido, se localizó un yate sospechoso que navegaba hacía las costas onubenses. El patrullero Gerifalte-I, con el apoyo del helicóptero Argos-I, le dio el alto, aunque la lancha intentó huir hasta que fue abordada por el patrullero una hora más tarde.
En la operación fueron detenidos los tres tripulantes de la embarcación, V. E. V. C., de 45 años, A. M., de 25 años, y S. D., de 24 años. El yate intervenido, de bandera española y denominado Janta-IV, tiene 15 metros de eslora y está dotado de los más sofisticados sistemas de navegación.
Los detenidos, la sustancia aprehendida y el yate intervenido fueron puestos ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Huelva, cuyo titular, tras oír en declaración a los detenidos, ha ordenado su ingreso en prisión.
Por otra parte, la Audiencia de Sevilla ha impuesto penas de 12 años y medio y 10 años de cárcel a dos hombres que fueron detenidos tras transportar desde Madrid a Sevilla cinco kilos de heroína.
La sentencia, de la Sección Primera, dice que el acusado K.R. llegó el 22 de enero de 2003 a la estación de autobuses de Plaza de Armas con una bolsa de deportes de tamaño mediano y fue recogido por el segundo acusado, M.H.R., residente en Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Los dos hombres, que no se conocían entre sí, se "observaron momentáneamente y se reconocieron de modo recíproco como la persona que cada cual esperaba", tras lo cual se subieron al coche del segundo acusado.
A bordo del vehículo se dirigieron a la avenida de La Palmera, donde la Guardia Civil, que les vigilaba, decidió intervenir y les dio el alto, momento en el que M.H.R. aceleró y emprendió la huida. Tras una breve persecución, su vehículo colisionó contra otro y fueron detenidos.
La sentencia rechaza la nulidad de los "pinchazos" telefónicos que sirvieron para precisar el momento en que se iba a hacer el intercambio de la droga.
