El pianista cubano Omar Sosa explora en 'Mulatos' los sonidos del mundo

El pianista cubano Omar Sosa ha vuelto a reunir en su disco Mulatos a músicos de diferentes culturas, desde Dhafer Youssef, al laúd árabe, hasta Paquito d'Rivera. "El camino es multiculti, como decía Don Cherry, uno de los pioneros de la world music", asegura riendo. "Distintas culturas puestas encima de la mesa, pero con la columna vertebral en su sitio. Y esa columna es África, la madre de todas las músicas".

Omar Sosa (Camagüey, 1965) afirma que "hay que buscar la voz que los espíritus y los ancestros nos dan a cada uno". El pianista cubano no está pensando en seres abstractos sino, por ejemplo, en Thelonius Monk o Chopin: "Dejaron un legado que sigue estando en el aire, en el universo". Sosa, que mezcla lo cubano con el jazz, el hip hop o la electrónica, vive en Barcelona (antes los hizo en San Francisco o Quito). "Nunca imaginé conectar directamente con el mundo afroecuatoriano, es más, ni sabía que había negros en Ecuador, porque el nivel de ignorancia que tenemos es impresionante. Sólo miramos hacia adelante. Parecemos caballos. Somos prisioneros del mercado y del dinero. Siempre digo que hay que fajarse con la cabeza para tener el alma limpia".

Considera el teclado una sucesión de 88 tambores. "Al fin y al cabo, el piano se percute con los dedos. El camino del piano lo veo como percusión y no puedo ni quiero apartarme de eso". Omar Sosa actúa hoy en Madrid (Jardín Botánico de la Complutense) al frente de un cuarteto que incluye a su compatriota Angá en la percusión. El 17 de julio estará en el Grec de Barcelona, el 29 en San Fernando y el día 30 en Conil de la Frontera (Cádiz).