Una memoria peligrosa

María del Carmen, 59 años y profesora de inglés, solía ponerse aceite de oliva y agua para conseguir el bronceado ideal. Esta operación, repetida como un ritual cada verano "desde que era chica y hasta hace cinco años", le ha dejado un montón más de arrugas de las que les corresponden por su edad y la preocupación de desarrollar un cáncer de piel.

"Dicen que la piel tiene memoria, pero yo espero que la mía tenga mala memoria", comentó ayer María del Carmen, mientras esperaba su turno en el Centro de Prevención Solar (CPS) que se instaló en Sevilla en el Colegio Oficial de Farmacéuticos.

El CPS ofreció ayer, de forma gratuita, una consulta individual a los ciudadanos para determinar su fototipo, niveles de melanina e hidratación; así como el grado de protección solar que necesita cada uno. "Ahora ya me he dado cuenta de que es peligroso y tomo menos el sol, el tiempo de bañarme o dar un paseo por la orilla", explica María del Carmen, quien asegura que se pone factor de protección 4 y 6.

La consulta, que se ha publicitado en 800 farmacias de toda la provincia, se realizó ayer durante todo el día a unas 60 personas, la mayoría mujeres y mayores de 50 años.

"Casi todas las personas que pasan por aquí están usando un factor de protección que no es el adecuado para su tipo de piel. Debemos tener en cuenta que para la raza negra se recomienda factor 10, que es lo que usa la mayoría blanca. Además, sólo se protegen cuando van a la playa o a la piscina, pero el sol es igual de perjudicial en la ciudad y estamos expuestos continuamente. Otro de los errores más es ponerse protección sólo una vez, en lugar de hacerlo cada dos horas", comentó ayer Ana Morejón, la farmacéutica que atendió el CPS.

"Lo que más les sorprende a las personas que han pasado por aquí es que necesitan usar un factor de protección muy alto. Entre las reglas de oro está la de nunca exponer al sol a niños menores de tres años y evitar las radiaciones siempre entre las 12.00 y las 16.00. A corto plazo, las radiaciones ultravioletas B producen envejecimiento y quemaduras solares; mientras que las A, producen eritema y reacciones alérgicas. Otro de los errores más comunes es aplicarse la protección en la playa con la piel mojada. Hay que hacerlo media hora antes de tomar el sol y con la piel completamente seca", explica Mercedes García Yangüela, vocal de Dermofarmacia del Colegio de Farmacéuticos.

"Teníamos una idea completamente errónea de lo que es cuidarse la piel. Yo siempre me pongo protección, pero la verdad es que el primer día de playa me he quemado más de una vez. Ahora ya me voy a cuidar para ponerme más bonito", bromea Manuel Aguilera, sevillano de 78 años, quien acudió al centro con su esposa Clementina Ruiz, de 69 años. "Me suelo poner protección de factor ocho o diez los primeros días, pero después nunca. Aunque me han dicho que este año tengo que empezar con 60", comenta Clementina, quien se ha hecho firme propósito de enmienda.

"Sólo nos preocupamos de protegernos en verano, pero nos descuidamos el resto del año. Yo he venido porque tengo muchos lunares y quiero que me aconsejen", asegura María del Carmen Morilla, farmacéutica de 32 años. "Me acuerdo de que me achicharré cuando tenía 14 años, pero desde entonces utilizo protección. Empiezo el verano con 30 y voy bajando hasta 15", añade María del Carmen.