Tocar el cielo en dos tiempos
Siete alpinistas andaluces viajan al macizo Karakorum, entre China y Pakistán, para ascender dos 'ochomiles'
"Ahora son todo ganas por subir de una vez. Después de la pelea de burocracia, licencias, patrocinadores, y demás quebraderos de cabeza durante nueve meses, ahora empieza lo bueno". Manuel González, jefe de la expedición andaluza que el sábado partió del aeropuerto de Málaga rumbo a Islamabad aclaraba que el verdadero reto empezaba por fin con el vuelo, de más de 10 horas. Los siete alpinistas andaluces afrontarán el macizo más agreste de la Tierra, el Karakorum. En la frontera entre China y Pakistán, intentarán por primera vez ascender dos ochomiles en una sola expedición, los Gasherbrum. No estarán solos. "Marcharemos durante siete días acompañados de porteadores por el glaciar Baltoro hasta el campamento base a 5.300 metros, donde nos aclimataremos a lo largo de 40 días", comenta González.
El campo base se convertirá en la feria de las naciones habitual de cada verano: argentinos, tibetanos, suecos, ingleses y así hasta completar las diez expediciones que se esperan. El primer reto siempre consiste en que el cuerpo se acostumbre a la altura con menor nivel de oxígeno y a los cambios bruscos de temperatura. "Una nube repentina acompañada de viento te hace pasar de un calor sofocante de 35 grados a sólo 5 grados en cuestión de segundos. Es así de súbito, porque el campamento tiene forma de tubo abierto y allí el tiempo es impredecible", explica.
La expedición está compuesta por escaladores de Sevilla, Málaga, Cádiz y Granada, con un presupuesto de 108.000 euros. Lla Junta a través de Deporte Andaluz aportará la mitad, ayuda que anulará los créditos en los que se empeñaron algunos montañeros por afrontar las licencias y gastos necesarios para tocar el cielo "en dos tiempos".
Afrontar el temido pico K2 sin perecer en el intento ya fue toda una hazaña el año pasado. Las condiciones metereológicas adversas les pararon los pies a dos de los alpinistas a ocho mil metros. Ahora creen que tras salvar la vida y con esa suerte, pueden hacer cumbre por unos metros más hasta los 8.069 de altitud del Gasherbrum 1. "Vamos con la confianza de un equipo experimentado y sobre todo compenetrado. El buen talante es imprescindible y debe hacernos aguantar las salidas de tono del compañero bajo la presión por hacer cumbre", comenta el jefe de la cordada.
Entre los miembros están un dentista, un biólogo y varios profesores. "Veo más cambio, sangre nueva, y será un equipo compensado por el porcentaje de gente novata incorporada", afirma Manuel Salazar, veterano escalador.
"Sierra Nevada ha sido nuestro terreno de juego principal, donde los escaladores han machacado la escalada en roca y se han reforzado físicamente". González cuenta que los fines de semana de toda la temporada el objetivo ha sido recrear la dureza al clima tan cambiante y las condiciones inhóspitas de las grandes alturas asiáticas. Para Rafael Rodríguez será la primera vez que encara un ochomil y confiesa que "los miedos están bajo control, no así los nervios".
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